Miercoles 01 de febrero de 2017
ver hoy
Para cualquier arte es necesario tener talento, pero también un ambiente que estimule. A Mario le acompañó la suerte desde un principio. Los "plomos" del "Leoncio Prado" le catapultaron violentamente hacia la fama quemando en vía pública su primer libro: La ciudad y los perros. La curiosidad circuló por todo el mundo. ¿Qué dice el autor desconocido sobre el Liceo militar para levantar tanta roncha?
Hay recuerdos entrañables que resisten al tiempo. Mario Vargas Llosa, en el momento de su máxima gloria como escritor, Premio Nobel de literatura de 2010, rememora su infancia, "la edad inocente y feliz", transcurrida en Cochabamba. Es cuando entonces la conoció a la que había de ser, años mása tarde, su primera esposa, la cochabambina Julia Urquidi Illanes.
Cuando se vieron de nuevo en Lima (1954), Varguitas ya era otra persona, tenía 18 años y estudiaba Derecho en San Marcos. De distinta forma, ambos estaban ligados a la familia radicada en Lima. La madre del escritor era hermana de la esposa de su tío; y ésta hermana de Julia. Esta relación hizo que se vieran frecuentemente. Pero una noche mientras bailaban, un beso furtivo de Mario precipitó el romance, aunque Julia dijera: "he hecho muchas locuras en la vida, pero ésta no la voy a hacer; no quiero ser corruptora de menores". No lo fue, pero su amor por Mario bordeó los límites de la locura. "Me enamoré como una adolescente", dijo.