Las amas de casa son las más sorprendidas al comprobar en las últimas semanas que buena parte de alimentos de primerísima necesidad, especialmente agrícolas, hortalizas, tubérculos y frutas en gran variedad provienen de países vecinos, caso del Perú, Chile y Argentina.
Según algunas comerciantes se trata de productos internados vía contrabando, con cierta permisibilidad de nuestras autoridades y visto bueno de aduaneros de retenes externos, que de manera general "hacen la vista gorda", porque se trata de un negocio con doble beneficio, para vendedores y compradores en el negocio al "mayoreo".
Los mercados de nuestras ciudades, especialmente La Paz y con fuerte incidencia en Oruro, venden desde papa, zanahorias, otras hortalizas y variedad de frutas de manera corriente, como si se tratara de producción nacional. Las compradoras de cada día, han percibido el paulatino cambio o reemplazo de los productos nativos por los extranjeros, aunque reconocen que en materia de precios, la diferencia entre lo nacional y lo extranjero es poco significativa, lo sorprendente es la cantidad de esos productos y otros de la línea de abarrotes que saturan los puestos de venta en mercados, almacenes y hasta tiendas de barrio.
Hay una notoria deficiencia en los sistemas productivos, especialmente en la zona occidental del país, donde por ejemplo la producción de papa se ha reducido sólo a cubrir la demanda de las pocas poblaciones rurales y en contados casos para surtir los mercados de las ciudades, en cambio la papa llega en variadas calidades, especialmente del Perú, restringiendo las opciones del comercio de papa nacional.
En el caso del occidente nacional, se consideraba el sitio ideal para la producción de la mejor papa del país, las cosechas servían para surtir los mercados de la región y eran muy requeridas en el sector oriental donde actualmente hay una excelente producción, pero para autoabastecimiento del sector, lo que abre una puerta enorme para la llegada del producto peruano, que se vende de manera irrestricta en los mercados de La Paz, Oruro e inclusive en Cochabamba.
El fenómeno anotado es parte también de una obligada migración de agricultores del altiplano que ante la inclemencia climática, dejan sus plantaciones y se ubican en otras ciudades, para cumplir otros menesteres. La situación amerita la aplicación de planes de emergencia para "recuperar" la gente que trabaja en el campo, pero disponiendo la ayuda necesaria, con créditos apropiados para la compra y mejoramiento de semillas y abonos y además el apoyo técnico para recuperar y habilitar campos de cultivo, mecanizando el agro y permitiendo cosechas importantes de una serie de alimentos propios de la región, el caso de variedad de tubérculos, además de la quinua y el ajo, cebollas y habas y una variedad de hortalizas que volverían a los mercados de la región.
Por lo que se sabe, no hay normas precisas sobre la materia, de ahí que importar alimentos es una actividad legal, pero es más fácil y mayormente lucrativa, la introducción al país de una enorme variedad de alimentos por la vía del contrabando, en este caso en franca competencia con la producción nacional, de por sí disminuida y por lo menos temporalmente imposibilitada de hacer frente a la voluminosa y variada introducción de alimentos extranjeros.
Las autoridades de Gobierno deben actuar drásticamente para eliminar el contrabando y simultáneamente imponer planes de ayuda para reactivar la agricultura del occidente nacional.
Fuente: LA PATRIA
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