Lago Poopó podría secarse nuevamente entre mayo y junio

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Un recorrido de inspección hasta el lago Poopó realizado ayer, tuvo el objetivo de verificar el estado en el cual se encuentra este ecosistema luego de ser evidente la sequía que atraviesa desde finales del 2015. Comunarios de la Nación Milenaria Uru, sostienen que de la extensión total del lago, que hace 10 años alcanzaba entre 1.600 y 1.800 kilómetros cuadrados, ahora el espejo del agua apenas abarca al 30%, con una profundidad de 7 y 15 centímetros.

El recorrido inició por carretera a primeras horas de la mañana llegando hasta el municipio de Poopó, de este punto se cursó en un desvío llegando hasta la localidad de Jusipinpata, lado Noreste del lago Poopó, partiendo en caminata durante aproximadamente una hora y media para llegar hasta la orilla donde aparecían las primeras aguas.

"Nuestras lanchitas lo hemos tenido que dejar, ya no hemos podido arrastrar porque el agua había desaparecido", aseveró Germán Choque, pescador de la comunidad de Llapallapani.

La nostalgia de los pescadores del lago llega a ser realmente de un profundo penar, cuando ellos recuerdan cómo vivían en su niñez, rodeados de aves silvestres, fauna y flora, y que ahora, solo se encuentra un "cementerio" de animales y botes a lo largo de su extensión.

¡AGUA!

Cuando ingresaron las lluvias en pasadas semanas, la esperanza volvió a sus vidas, pues las autoridades departamentales daban a conocer que la vida del lago se había restablecido en un 70%, con una proyección de que volvería a ser fuente de vida en un promedio de 2 a 3 años. Esta afirmación no fue del todo cierta ni sus proyecciones en adelante y más aún si las lluvias no tendrán presencia en los siguientes meses.

"En la práctica se ve, han dicho que el agua estaba en 70% pero nosotros hemos venido y no es así, vamos a recorrer todo y nosotros sabemos bien hasta cuándo puede durar esto", sostuvo Choque.

La caminata terminó llegando a la orilla del lago, lo que no fue usual en los recientes años porque el agua abarcaba más superficie, ingresamos un kilómetro y medio más hacia el fondo que sería el centro aproximado del total de su extensión para ver cuál era la profundidad, además de recolectar algunas muestras para estudiarlas en laboratorio de la ciudad, evaluando la calidad de pH y salinidad.

Luego de un período de dos horas pasando el medio día, los resultados fueron preocupantes, a 1.500 metros desde la orilla, la profundidad de sus aguas apenas alcanzaba los 7 centímetros, se realizó la medición de su temperatura promedio en 23 grados centígrados, lo que implica que el proceso de evaporación también es mayor, y que cada 15 días (sin lluvias) el espejo de agua disminuye en 150 metros.

Vuelve la preocupación pero con la esperanza de que las lluvias puedan aportar con mayores precipitaciones para garantizar por lo menos un nivel mínimo de agua en el Poopó por dos años, de no ser así, la realidad continuará siendo crítica.

¿HASTA CUANDO DURARÁ?

Las lluvias son insuficientes para garantizar el renacimiento de la actividad pesquera por lo menos en este sector, y a su vez, hace que se descarte lo que la primera autoridad del departamento, Víctor Hugo Vásquez, afirmó en semanas pasadas y se vuelve a decir que en los recientes años no se encaminaron tareas para salvar la vida de este espacio natural.

Respondiendo a la interrogante, según los pobladores que son quienes día tras día viven esta realidad, el espejo del agua desaparecerá entre los meses de mayo y junio, si en febrero las lluvias no son periódicas y de gran intensidad.

"Las lluvias han hecho ver a las autoridades el espejo, como era el Dakar eso han visto, pero nosotros hemos esperado a que calme la lluvia, y creo que aquí se nota lo que es correcto, lo que es justo y que hemos calculado, es que este lago no va a abastecer para pescar, va a venir un ventarrón y todo se lo va a secar", se dijo.

Lo que queda ahora es sólo la esperanza, se tiene planificado ofrecer rituales ancestrales heredados de los antepasados, esperando que las lluvias aporten a devolverle la vida al lago Poopó y con él la vida silvestre que siempre fue característica del lugar.

Fuente: LA PATRIA