Lunes 30 de enero de 2017
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Si pensar es moverse no hacia otra cosa o ámbito sino a lo mismo y es alcanzar el término a que se va por ser este el pensar mismo, se concluye que ese moverse a través de la investigación y la disciplina que ello implica, no es sino un renovarse. Cuando un programa analÃtico es desmenuzado con meticulosidad se encuentra sin duda la potencia del catedrático, mujer u hombre, siendo aquella la fuerza liberada que, como potencia, obliga a la actualización del programa y , como la cátedra es autónoma, el catedrático dispone de libertad para aportar, para que el programa se mantenga inmarcesiblemente competitivo y acorde a las necesidades de los estudiantes que, cada dÃa, sufren los embates de esa competitividad que avanza sin consideración no importa los cadáveres que deje en el camino; por ello esa situación solo se la puede superar enseñándoles a saber hacer y aplicar sus competencias y habilidades de desempeño, con el fundamento de los conocimientos y la práctica exhaustiva; acción que les proporcionara seguridad, inventiva para cada caso y certeza en sus decisiones profesionales; aspiración máxima de todo profesional que no estudia para corromperse.