Sábado 28 de enero de 2017
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"Antes", cuando ingresé a la docencia universitaria en el lejano 1974, tenÃa 27 años; "ahora", a poco tiempo de haberme jubilado, me acerco con más experiencia y sabidurÃa a los 70, un asombroso incremento del 160% de años de vida.
Antes las pizarras eran de piedra y se rayaban con tiza blanca (las tizas de colores eran un lujo); ahora se usa pizarras acrÃlicas y marcadores, con innegables mejoras en la salud y la calidad de vida de estudiantes y docentes.
Antes mis estudiantes tomaban apuntes en cuadernos y blocks de notas, fomentando la tala de árboles; ahora pueden grabar, fotografiar, filmar y borrar cada detalle de la clase, incluso los desvarÃos del profesor.
Antes los alumnos hacÃan sus tareas en casa con la ayuda de un libro prestado de la biblioteca y una "regla de calcular" (niños que me leen - ¿me leen? - pregunten a sus abuelos qué es ese artefacto prehistórico). Ahora las hacen - cuando las hacen - en cualquier lugar, sentados frente a un computador, con la ayuda de sofisticadas calculadoras, navegando por Internet, principalmente Google y Wikipedia. ¡Cómo hemos facilitado la vida y los estudios! Infelizmente, para que los alumnos aprendan cada vez menos y precisen estudiar durante más años.
