En ocho dÃas de su mandato como Presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump dio algunas señales muy claras de que tiene la intención de cumplir sus promesas de campaña, mostrando que lo anunciado no será parte de un simple "show mediático", como vaticinaron sus crÃticos.
De los varios anuncios y firmas de documentos en los pasados dÃas sobresale el más reciente que ordena iniciar la construcción del muro con México, aunque afirmó que se tardará algún tiempo en concretar el hecho. Ese anticipo recrudeció la polÃtica hacia los inmigrantes indocumentados de manera general, alternativa que se completa con otra promesa, la de construir más centros de detención y eliminar dotación de fondos a las urbes que traten de protegerlos.
Por lo visto, el asunto es en serio, ya que firmó una orden ejecutiva para poner en marcha una de sus principales promesas de su campaña electoral, consistente en construir un muro en la frontera sur, pretendidamente para "reforzar las relaciones con México".
Este caso es visto de otra manera en México donde rechazan la idea del muro y su gobierno expresó el sentimiento del pueblo que se niega a pagar la factura de la gigantesca pared fronteriza. Trump insistió en un acto público, que "las relaciones con México mejorarán" a partir de la construcción del muro.
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El mandatario norteamericano precisó que "el aumento sin precedentes de la inmigración ilegal procedente de Centroamérica está dañando a los Estados Unidos como a México y las medidas que tomaremos a partir de ahora aumentarán la seguridad en ambos paÃses", añadiendo que las relaciones con México serán mucho mejor de lo que sucede hasta ahora.
Lo que se convierte ahora en un programa en curso de cumplimiento, era considerado como controversial, generando muchos comentarios adversos, bastantes crÃticas y un abierto rechazo en México, además de miles de ciudadanos latinoamericanos residentes en el paÃs del norte. El último anuncio pone en evidencia que mucho de lo dicho -por Trump- será hecho.
Las cosas se dieron en circunstancias especiales para autoridades diplomáticas de México que se encontraban en Washington y en la Casa Blanca, arreglando los detalles de la entrevista entre el presidente Trump y Peña Nieto de México en los próximos dÃas. El presidente Trump largó la lengua y repitió que "aunque el Gobierno federal adelantará el dinero necesario para iniciar la construcción del muro, ese pago será reembolsado por México que se hará cargo del cien por ciento del coste de la edificación".
Para los observadores polÃticos internacionales, este asunto puede alterar el curso de relaciones con México, además con otros paÃses cuyos ciudadanos puedan sentirse amenazados con la orden de "acelerar la deportación" de personas cuyas pretensiones reales de permanecer en el paÃs del norte hayan sido rechazadas legalmente" y se anticipa que se trata de miles.
Donald Trump, trata de cumplir lo que prometió, aunque muchos analistas y otros tantos polÃticos, piensan en que a EE.UU. no le conviene alterar sus relaciones con su vecino tratando de que algunas metas, mediáticamente promocionadas se hagan realidad. La reacción de dignidad del Gobierno de México no se dejó esperar y su presidente Peña Nieto, canceló su entrevista con el magnate presidente. Es un hecho que obligó a Trump a retractarse para no incurrir en un gran error diplomático. Hay un sentimiento especial en una enorme comunidad ciudadana en los Estados Unidos, un conglomerado que resiste al controvertido presidente republicano.
Fuente: LA PATRIA