Es una acción repetitiva anualmente cuando comienza una nueva gestión que da margen a los trabajadores a plantear la elevación de salarios para compensar, según el argumento más real, la diferencia existente entre el valor de los salarios y el que rige en el costo efectivo de la canasta básica.
Se manejan los Ãndices de inflación en la gestión pasada y los que se relacionan con el valor del Producto Interno Bruto (PIB) y su proyección a corto y mediano plazo para fijar algunas expectativas en las condiciones salariales, para no crear desfases y tampoco alentar condiciones que no se ajustan a la realidad, especialmente en el caso de la empresa privada, que sin ser consultada debe someterse al pago de incrementos fuera de sus cálculos presupuestarios.
En el año presente la Central Obrera Boliviana (COB) ha planteado un aumento de salarios de un 15 al 20 por ciento, aclarando que no se trata de una reposición del poder adquisitivo del salario, sino de un incremento que compense el desequilibrio entre lo que se gana y lo que se gasta, por lo menos eso se deduce del reciente pedido de la dirigencia de la COB.
Por su parte, ejecutivos del sector empresarial han manifestado que el nuevo aumento de salarios debe ser manejado con "prudencia", porque está en juego el futuro del sector productivo y consiguientemente la seguridad laboral. Al mismo tiempo plantean de manera formal que, las negociaciones sean compartidas con las partes que tienen que ver en el aumento, como los empresarios, delegados laborales y por supuesto del Gobierno, con una agenda que permita exponer claramente las condiciones en que se desenvuelven particularmente las partes que se responsabilizan de cubrir el alza de salarios.
De momento se han formulado planteamientos "teóricos", pues en ningún sector han sido discutidos y aprobados, tanto asà que la COB espera demandas de varios sectores para definir un pliego único que se espera presentarlo a fin de mes. Por su parte en la Confederación de Empresarios Privados, el asunto será objeto de un minucioso análisis en base a los datos del INE. El Gobierno que finalmente decide sobre la materia, no tiene mayor problema en cuanto al monto del aumento puesto que de todos modos serán recursos públicos que cubrirán la diferencia.
La negociación oficial aún no ha comenzado y con seguridad tomará cuerpo una vez que ha sido renovado el gabinete ministerial y se presume que la COB completará sus demandas sectoriales, ocasión propicia para convocar a los privados y dar paso a negociaciones tripartitas para definir el aumento salarial de este año.
Fuente: LA PATRIA
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