Lorena Ayala, una orureña que brilla en escenarios del mundo

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Lorena Ayala Rocabado, es una joven orureña que brilla en diferentes escenarios del mundo, pues pasea su talento en el arte del baile por lugares como Estados Unidos, en varias capitales de Europa y algunas ciudades del África, como bailaora principal, ya que el género de danza que ama es el flamenco.

Ayala estudió psicología en Chile, pero a la par fue practicando danza española, pues si bien sabía que era necesario el título y una profesión, también tenía la certeza de que debía dedicarse a lo que más le apasionaba como es la danza flamenca.

Conversamos con ella para conocer el trabajo que desarrolla en la actualidad, pues llegó a Oruro a visitar a su familia mientras se toma un merecido descanso, pero Lorena es una joven tan activa que aun estando en receso continúa planeando nuevos proyectos.

"Poco a poco he ido integrando distintos elementos y estoy trabajando con mis propias creaciones. También con una compañía en Bélgica cuya labor ahora está enfocada en personas que solicitan asilo en ese país y se hace un trabajo artístico con ellos, de expresión de lo que están vivenciando, es decir, se hace una obra con esto, nosotros simplemente damos las herramientas artísticas para que ellos, después de una semana de trabajo, puedan subir a escena lo que les está sucediendo en este caso, en relación a lo que significa para ellos el haber dejado su país de origen, por distintas razones", explicó.

Las distintas líneas en las que se formó Lorena Ayala le permiten realizar esa labor, según ella misma dice, con más coherencia, para llegar a objetivos como el sensibilizar en los diferentes ámbitos sobre lo que es la inmigración ilegal, el espectáculo presentado con las vivencias de los expatriados se llama "Danza de papel", que también se relaciona con lo que hacen en colegios, porque luego del espectáculo se abre un espacio para conversar con el público, a modo de llevar el mensaje que quieren socializar entre la sociedad.

Señaló que la sensibilización que se hace es principalmente al conjunto de la sociedad, para que existan ciudadanos conscientes que entiendan lo que sucede a nivel de leyes y en la realidad ya que muchos no tienen idea de las razones que llevan a una persona a inmigrar y dejar su país de origen, entonces hay muchos prejuicios. Lo que se logra con el espectáculo es que se entiendan las razones por las que una persona tenga que dejar su país, pues existen desde las más extremas, como cuando existe persecución, porque se mató a familiares o les haya caído una desgracia y no tengan donde vivir.

"Estoy en un punto de mi carrera en el que por fin estoy pudiendo integrar distintas áreas (de conocimiento), porque al principio era más el trabajo de cómo bailar el flamenco, siempre tuve la inquietud de crear espectáculos con una temática, y ahora lo estoy logrando", dijo.

Agregó que el trabajar en esa compañía le ayudó a ver la manera de llegar a las personas, lo cual aplica a lo que ella hace por su cuenta, aunque años atrás ella ya se había interesado en realizar una labor con mujeres que habían vivido largos periodos de dictadura sobre cómo integrar su feminidad, también con niños con síndrome de Down, en las cárceles con hombres privados de libertad, con adolescentes, huérfanos.

Según explicó, antes de realizar ese tipo de trabajo había que moverse para montar el espectáculo, pero pasado el estrés del momento de la presentación se iban a festejar que todo hubiese salido bien, no obstante a partir de la labor con temáticas más duras el terminar un show significa un debate que muchas veces remueve recuerdos dolorosos, por lo que ahí existe un cambio en el enfoque de la vida misma, porque para ella significa crecer con la información que se recibe.

Hoy por hoy, crea sus propios espectáculos guiándolos en esa dirección.

A raíz de la presentación de "Danza de papel" en Bruselas, una directora francesa invitó a Lorena Ayala a participar en una obra que están elaborando para 2018, en París, acerca de los genocidios que ocurrieron en Francia, lo que supone también iniciar una etapa de investigación personal para poder representar el trabajo.

"Es para mí todo un orgullo, que me hayan elegido para trabajar en una obra y actuar en París, es como decir qué bien, pero por ejemplo el proceso que yo he vivido para hacer "Danza de papel" interiormente ha sido durísimo, porque es concienciarte en cosas que tú las ves en la tele o en el periódico", declaró y añadió que cuando las personas cuentan sus vivencias de frente ella siente que tiene mayor responsabilidad sobre lo que va a representar, "me siento en otra etapa de mi vida artística", señaló.

Consultada sobre la posibilidad de representar la obra "Danza de papel" en América Latina, donde el problema de la inmigración ilegal es muy fuerte ella señaló que "yo hice la propuesta a la directora de la compañía en Bélgica, Coline Billen, que hagamos una traducción, no solamente del idioma, del francés al español, pues esta obra está traducida al inglés, al italiano, está en francés originalmente, yo le dije hagamos una traducción al español pero con la problemática que se vive, le dije en Bolivia porque yo soy boliviana, para ver lo que está pasando con la inmigración de bolivianos hacia España, que es el país donde vivo".

Entre sus planes comentó que está preparando una obra que trata el problema de la violencia en general y hacia la mujer en específico, para lo cual contará con la colaboración de dos coreógrafos que llegarán a Bolivia en febrero, Renato Marquez de Brasil y Coline Billen de Bélgica, invitados por Ayala, quien además de mostrar su trabajo busca que ellos se empapen de la realidad que se vive en el país andino y pensar en "Danza de papel" a partir de las historias de la realidad boliviana.

A mediados de marzo se tiene otra gira de "Danza de papel", y la última fecha se actuará en Bélgica, que es como marcar un hito porque se vio que está funcionando de manera óptima la sensibilización a través del arte.

Entre los planes que tiene Lorena a futuro están el trabajo de organizar talleres en los países donde realizará giras, que son 18 en los que desarrolló su labor anteriormente.

"Quiero llegar a más gente con mi arte, porque pienso que hay mucho potencial en trabajar la danza, con el lenguaje del flamenco, y al mismo tiempo integrar elementos de la psicología para que esa semana que trabaje con la gente pueda potenciar un desarrollo en ella, por eso mis talleres se van a enfocar a una cosa u otra, según el país, según la gente con la que ya he trabajado, pero esta vez voy a iniciar un movimiento más grande", comentó.

Los planes para trabajar en Bolivia aún están pendientes, porque según explicó Ayala, cada obra o espectáculo necesita muchos años para verse realizado, por lo que aún no se tiene nada concreto.

Respecto a las vivencias recogidas a través de su vida artística, la bailaora orureña señala que "todo ha sido un gran aprendizaje y lo sigue siendo, porque yo nací de una familia no artística, para mí el hacerme artista ha significado romper muchos moldes, primero familiares por lo que se espera que uno sea, después también culturales, porque hay una visión de que el artista se muere de hambre, que no vas a poder surgir y más en la danza, entonces ha sido un constante superar los miedos, el creer en lo imposible y aprender que la felicidad tiene que ver con eso, para mí la felicidad es cuando descubres que hay algo que te hace bien y puedes seguir ese camino, lo único que tienes que hacer es escucharte a ti mismo, a tu ser interior, a tu esencia, porque si te dejas llevar por el entorno, por lo que se dice te puedes perder".

Asimismo, la artista afirmó que cuando uno aprende a escuchar el mensaje que llega del interior empiezan a aparecer las personas adecuadas, se abren los caminos, llegan los recursos que se necesitan, "yo he sentido que cuando me alineo con ese sentido profundo que llega de mi ser todo se confabula para que suceda, entonces he aprendido a confiar en mí misma, en mis capacidades, en que no hay un mal momento sin uno bueno por detrás, luego te das cuenta que ese momento malo estaba ahí porque todavía quedaba algo por aprender y así te vas superando, es un constante aprendizaje".

El éxito para Lorena es "quizás la ausencia de remordimiento", es un renunciar a ciertas cosas sin arrepentirse porque al seguir su camino interior "es una sensación de tranquilidad, de respeto por mí misma, por mis decisiones, es una sensación de sentirte en paz contigo misma y yo sé que para mí ese es mi éxito". Mantenerse en sus decisiones aunque le cueste mucho es para ella un triunfo cotidiano, que no tiene que ver con el éxito en otros ámbitos.

"Hay infinitas posibilidades de ver la realidad, entonces no nos creamos una sola verdad, porque como viajo a tantos lugares vi que algo que pensaba en un sitio cambia en otro, por lo tanto, tengo que reestructurarme para entender por qué alguien piensa de tal forma, entonces para mí la humildad está ahí, ver que hay varias formas de mirar lo que tú estás viendo, por tanto intentemos dudar de cosas que creamos que son muy certeras, que sean curiosos del mundo, hay mucho por ver, por descubrir", es el mensaje que Lorena Ayala deja para sus paisanos, a quienes además les aconseja sentarse a conversar y descubrirse unos a otros en su interior, no quedarse con las impresiones superficiales de la vida y de las personas, ya que ella es, si se quiere, una trotamundos que ha aprendido todo esto por propia experiencia.