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Jueves 19 de enero de 2017

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Ecológico Kiswara

Editorial

Llueve, qué bendición

19 ene 2017

Fuente: LA PATRIA

Las lluvias, al parecer, llegan como una bendición ante la sequía que soportaba el Altiplano boliviano, pues a partir de los últimos días del mes de diciembre de 2016 comenzaron a caer lluvias, además de abundantes, de manera más seguida, por lo que ríos y lagos que estaban casi o totalmente secos comenzaron a llenarse de agua.

Entre los problemas detectados para la sequía y desaparición de humedales en la cuenca cerrada lacustre habían los de contaminación de las aguas, por ende falta de oxígeno, el desvío de ríos para riego y operaciones mineras, y también algo tuvo que ver el cambio climático y el calentamiento global del planeta, porque esos fenómenos aceleraron el proceso de evaporación de las aguas y no permitieron que se condensara y cayera de nuevo en forma de lluvia.

Para ayudar a las familias afectadas por la sequía, las autoridades recurrieron a los recursos tradicionales de repartir semillas y forraje para el ganado, sin embargo, si no hay agua, ¿cómo se podría hacer crecer las semillas?

Por otra parte, se apeló al cierre de canales de riego, especialmente el que iba hacia la hacienda Huancaroma, para impedir que se siga perdiendo el caudal que se dirigía hacia el lago Uru Uru, como medida para evitar que éste desaparezca.

Sin embargo, no existen o no se dieron a conocer medias innovadoras para evitar que se sigan secando los lagos, pues no sólo son importantes para las personas que habitan en sus inmediaciones, sino que su valor radica en que la supervivencia de todos y cada uno de los habitantes del departamento de Oruro depende de sus aguas.

A partir de esta columna se trajeron a la memoria dos métodos probados y efectivos para la recolección de agua de lluvia, ya que estamos en la época húmeda era la ocasión para hacerse de una buena reserva del líquido elemental, que las autoridades podrían implantar o por lo menos ir consiguiendo financiamiento para hacerlo.

Recordemos. Uno de los proyectos exitosos que se puso en práctica está muy cerca de Bolivia, se trata de los atrapanieblas que se instalaron en el desierto de Atacama y yendo más allá, en el continente africano, específicamente en Nigeria, donde se construyeron unas torres de bambú, cuerdas de fibra natural y una red hecha de un material conocido como mesh.

En ambos casos se comprobó que el agua que se obtiene de la lluvia, del sereno de la madrugada o de la bruma, es limpia y totalmente potable, es decir, que sirve para el consumo humano.

Las lluvias deberían ser aprovechadas ahora para cuando vuelva el período seco en la altipampa, es como indica la Biblia se debe recolectar y ahorrar cuando hay bonanza para los tiempos en que ésta termine.

Fuente: LA PATRIA
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