El poder por el poder

¿De qué se trata?, Sencillamente una apreciación a pocas horas de que se produzca el cambio de Gobierno en el país más rico y democrático del mundo, en la concepción que aún se mantiene, por el liderazgo que ejerce de manera especial en la política que desarrolla e involucra a quien más o quien menos esté sujeto a las corrientes financieras y las líneas de una política que podría tener un giro de muchos grados, a partir del viernes.

Donald Trump, es el nombre del presidente electo de los Estados Unidos de Norteamérica, que asumirá su cargo en un proceso de mucha incertidumbre, resultado de sus declaraciones recientes y de actitudes que durante la campaña presidencial vertiera significativamente, complicando su imagen e implicando a ciudadanas de su país, incluso a la candidata demócrata Hillary Clinton y a un sector político adverso a su postulación.

La expectativa mundial está centrada no precisamente en la posesión del Presidente, un acto protocolar que se cumplirá de acuerdo a la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica, sino a lo que pueda expresar el nuevo jefe de Estado al comenzar un mandato que inicialmente conlleva muchas aristas contradictorias, que son justamente el motivo de la inquietud mundial.

El magnate dedicado a múltiples negocios y de poca experiencia política como lo califican en el entorno más próximo a la Casa Blanca, puede dar algunas sorpresas al iniciar su gestión a la cabeza de la mayor potencia continental, he ahí el desasosiego de políticos y observadores del hecho trascendental que se cumple este viernes y podría confirmar algunos adelantos en las medidas que han sido repetitivamente expuestas por el "duro" aspirante y ahora mandante en las condiciones de manejar su propio "poder" para mimetizarse en los complejos prolegómenos del "poder estatal".

Algunas medidas denominadas proteccionistas y aplicadas al comenzar el mandato pueden ser el detonante de un explosivo proceso que ha estado madurando desde la intrincada campaña electoral y que tomará cuerpo, de orden oficial, una vez instalado en el principal salón de la Casa Blanca.

Están los temas del muro para separar México, las relaciones con quien será su colega presidencial Putín en Rusia, o el trato que dispensará al bloque de la Unión Europea, sin dejar de preocupar lo que pueda dictar en las relaciones con países de Latinoamérica, donde también la expectativa es importante en estas horas previas al ascenso del cuestionado candidato republicano.

No queda fuera de las opciones de estrategia mundial, el tema de los países que aún mantienen acciones belicistas causando muertes y daños colectivos, en tanto que más próxima geográficamente está Cuba, el país en el que hay esperanzas de sostener el ritmo de acercamiento que abrió Barak Obama y que es algo muy especial en materia de la diplomacia estadounidense.

Todo está "en veremos", incluyendo algunas esperanzas de que pueda manejarse abiertamente tratados de libre comercio, sin condicionamientos, algo que parece no estar en la agenda del magnate presidente Trump, quien comenzará una gestión con su poder, para manejar el poder de su país, en la visión aún confusa de romper o mantener esquemas de tradición democrática, de paz y de justicia.

Fuente: LA PATRIA