Lunes 16 de enero de 2017
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Editorial y opiniones
Preservar la pureza del contencioso jurÃdico
16 ene 2017
Raúl Pino-Ichazo Terrazas
El Presidente Morales denota en sus recurrentes expresiones la profunda, legÃtima preocupación y decepción por el estado de la justicia en Bolivia, afectada severamente por la corrupción y las interminables componendas que se entrelazan entre delincuentes y operadores de justicia, como verdad irrefutable. Esta es la causa fundamental de la deplorable calidad de equidad e injusta impartición de justicia que se aleja de la ansiada aspiración de la colectividad de confiar en la aplicación del Derecho en su contenido como normas incontestables ni modificables y correctamente interpretadas, en contraposición los intereses económicos de una parte, pues no son todos, de los que deciden en las investigaciones y en las sentencias actualmente, creando una inseguridad jurÃdica que desprestigia a nuestro paÃs y zahiere su credibilidad a todo nivel, siendo el daño más contundente y difÃcil de mensurar en la diversidad de sus relaciones.
La ausencia de patriotismo y amor a la pertenencia no es advertida a sabiendas por los que actúan directamente en este siempre floreciente e ilÃcito negocio. Nuestros procedimientos en general están correctamente concebidos, si bien perfectibles; lo que distorsiona a la justicia sin recuperación es la manipulación de las facultades procesales garantizadas a demandantes y demandados y la acendrada negligencia y pertinaz reticencia a no buscar la verdad en la profundidad, que debÃa ser la lÃnea de conducta y acción inmutables, unida a la conciencia moral en todo servidor público que investiga hechos e imparte justicia.