Viernes 13 de enero de 2017
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Si de revisiones legales se trata, hay que revisar la Ley 045 y no la Constitución. Hay que hacerla garantista de las libertades y los derechos; de la libertad de expresión, de la democracia, que en todas partes del mundo encuentra su fundamento moral y razón de ser en la libertad de expresión. No podemos tolerar más el enclaustramiento de la libertad de decir, de opinar libremente, sin temor, ni miedo, ante la incoherencia de todos aquellos articulados que ponen en vilo, a periodistas y medios de comunicación, y a todos de manera general.
La ley sancionada por el Presidente Morales a inicios de su gestión gubernamental, hace diez años, no es lo que parece ser, no protege de ninguna manera la discriminación que sigue sintiéndose y practicando en los niveles gubernamentales. Más parece una forma de protegerse él mismo, por las sandeces y las permanentes metidas de pata que acostumbra, y de las que encarga a sus abogados que "le salven".
IndÃgenas golpeados por indÃgenas, minusválidos negados en sus derechos a vivir, "k´aras" sin derecho a trabajo en la administración pública, jubilados sin doble aguinaldo, cocaleros con derecho a más tierra que cualquier obrero o proletario. Por donde se vea, hay toda forma de discriminación. Si entendiéramos. Toda ley debe fundamentarse en principios de la dignidad humana. La dignidad, la igualdad, la libertad de expresión, son fundamentales para dar origen a cualquier ordenamiento legal. Son la base para los procesos democráticos. Son orientadores de la justicia.