Sostenibilidad de la economía

Cuando se toca este tema, hay varias posibilidades de tratarlo en función a las posiciones de expertos, el conocimiento de algunos entendidos, las opciones reales y las ficticias que se manejan en el contexto financiero mundial y las dudas que surgen a raíz de las presiones que ejercen las economías internacionales.

Pese a tales condiciones con reflujo externo, la economía boliviana se mantuvo en niveles aceptables, con un índice de crecimiento del PIB, superior entre los países vecinos, liderando inclusive las expectativas señaladas por organismos externos, el caso del Fondo Monetario Internacional, FMI que estimó para nuestro país un PIB del 3,9%, o el cálculo de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) de 4,3%, y el 4,7% pronosticado optimistamente por nuestro gobierno. Como se vio en los hechos, la previsión de la Cepal fue la más próxima a la realidad en el registro del PIB, que no dio margen al pago de un segundo aguinaldo, devolviendo cierto límite de confianza al sector productivo.

Se maneja el registro del PIB, como el indicador más efectivo para calcular el movimiento de producción y servicios que ejecuta un país en un periodo generalmente de gestión anual, considerando las alternativas que además están ligadas al tratamiento de materias primas, su explotación y la exportación a mercados de ultramar e incluso a otros de la región. Las previsiones económicas para el año presente estiman un crecimiento importante en Perú, le seguirán Chile y Argentina, Colombia y Brasil, pero entre todos el porcentaje de mayor relevancia corresponde al PIB de Bolivia que estará por encima del 4,3 %.

Aunque las previsiones son necesarias para no caer en el consentimiento de tener un alto índice del PIB, pero bajo ciertas condiciones que pueden variar si continúa la declinación de precios de materias primas o la abierta competencia de los países altamente industrializados, lo ideal es ejercer una política de gastos necesarios, con prudentes inversiones, cuidando que no baje el soporte del colchón financiero y tampoco se eleve la cuenta de endeudamiento externo, lo que garantizará el cumplimiento de metas, atendiendo las necesidades reales de la comunidad.

Los buenos precios para nuestras materias primas abrieron un tiempo de bonanza y si bien se aprovechó la circunstancia para consolidar el colchón de reservas, existieron sectores que dejaron pasar la oportunidad, sin tomar previsiones para crear, por ejemplo un "fondo de reservas" que pueda conjurar problemas como los que se presentaron en el caso minero.

Lo importante en el tiempo venidero es que se cuide el gasto público y el presupuesto de inversión para garantizar la vigencia de bonos sociales, como el Juancito Pinto, Juana Azurduy y la Renta Dignidad que se han convertido en parte de las políticas de beneficio colectivo, cuya sostenibilidad debe ser prioridad para el Estado.

Fuente: LA PATRIA