Domingo 08 de enero de 2017
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Frente al intento de perdurar por largo tiempo el actual sistema de gobierno con el ambicioso argumento de que pudiera durar por 500 años, es deber de cada ciudadano boliviano hacer cumplir lo que manda la Constitución PolÃtica del Estado, primordialmente en su artÃculo 168.
Esa determinación es tajante y nadie puede arrogarse el derecho de estar como Presidente más allá de lo establecido o querer imponer indefinidamente una dictadura desde el instante en que el jefe del Movimiento Al Socialismo, asesta una puñalada a la democracia como si el paÃs dependiera de un instrumento polÃtico totalitario.
Ante esa aberración, este 2017 debemos fortalecer la unidad y luchar para que no se siga haciendo escarnio humillante de una Carta Magna por aquellos que presumen ser una casta irremplazable en la conducción de los asuntos nacionales.
Desde el puesto en que nos encontramos, hombres y mujeres, debemos serle útil a Bolivia defendiendo un proceso democrático que admita la pluralidad y la alternancia como caracterÃstica que facilita la sucesión en el poder no dando lugar a una doctrina que significa ejecutar, mediante drásticas medidas, el encumbramiento a la Primera Magistratura a una persona investida de plenas facultades para dominar con fuerza dictatorial.
