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Domingo 08 de enero de 2017

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Revista Dominical

S.O.S. queremos seguir viviendo

08 ene 2017

Por: Práxides Hidalgo Martínez - Escritora

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"Diversos científicos y expertos que tratan la materia, y numerosos organismos oficiales entre los que se encuentran la OMS, la CEE, la Agencia Federal de Medio Ambiente Alemana y el CSIC Español (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), han declarado de forma unánime que el ruido tiene efectos muy perjudiciales para la salud. Estos perjuicios varían desde trastornos puramente fisiológicos, como la conocida pérdida progresiva de audición, hasta los psicológicos, al producir una irritación y un cansancio que provocan disfunciones en la vida cotidiana, tanto en el rendimiento laboral, escolar, como en la relación con los demás. La lista de posibles consecuencias de la contaminación acústica es larga: interferencias en la comunicación, perturbación del sueño, estrés, irritabilidad, disminución de rendimiento y de la concentración, agresividad, cansancio, dolor de cabeza, problemas de estómago, alteración de la presión arterial, alteración de ritmo cardíaco, depresión del sistema inmunológico (bajada de defensas), alteración de los niveles de segregación endocrina, vasoconstricción, problemas mentales, estados depresivos, etc."

27 DE FEBRERO DE 2015 | GINEBRA - Unos 1100 millones de adolescentes y jóvenes corren el riesgo de sufrir pérdida de audición por el uso nocivo de aparatos de audio personales, como teléfonos inteligentes, y por la exposición a niveles sonoros dañinos en lugares de ocio ruidosos, como clubes nocturnos, bares y eventos deportivos, según la Organización Mundial de la Salud. La pérdida de audición tiene consecuencias potencialmente devastadoras para la salud física y mental, la educación y el empleo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el oído humano pude tolerar 55 decibeles sin ningún daño a su salud. Y dependiendo del tiempo de exposición, ruidos mayores a los 60 decibeles pueden provocarnos malestares físicos.

El dolor de cabeza es uno de ellos, además de taquicardias, agitación en la respiración y parpadeos acelerados. También los músculos se pueden poner tensos.

Pero si una persona se expone durante mucho tiempo a más de 85 decibeles puede incluso correr riesgos cardiovasculares. También es posible que se registren incrementos de los niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa en la sangre.

Nos hemos permitido comenzar esta reflexión con estos datos para que tal vez así quienes nos lean comprendan los daños que está ocasionando a nuestra salud la contaminación acústica.

Para argumentar lo que expresamos y compartimos, señalamos los siguientes aspectos que son la radiografía de lo que ocurre en nuestra ciudad.

1. Las calles Bolívar, 6 de Octubre, Junín, Potosí, Sucre, la Plaza Principal, los mercados, dentro del área del casco viejo son lugares altamente contaminantes acústicos, pues cada negocio, tienda, etc, tiene su sistema de amplificación, seguramente para atraer a los posibles clientes. Es una competencia de quién provoca más ruido.

2. La Plaza Manuel de Castro y Padilla también concentra ruido por la presencia de jóvenes que ensayan sus danzas, tocan, en algunos casos sus instrumentos, o promocionan algunas instituciones sus productos o servicios, etc.

3. Los espectáculos organizados por entidades estatales, siempre van acompañados de ruido cuánto más alto el volumen, mejor, incluso actividades culturales destinadas a la infancia, así como cuando difunden información con exposición de material, lo que provoca que entre el que explica y el público no exista interacción debido al ruido, es decir interferencia, ejemplos sobran, lo que ocurre en la plaza del Socavón es una clara muestra.

4. Las entidades privadas cuando realizan ofertas de sus servicios o productos, lo propio, sus sistemas de amplificación inundan el medio ambiente en un área de cuatro manzanos, amén que contratan conjuntos, pero el ruido no deja apreciar las voces de sus integrantes.

5. Los automóviles particulares que circulan por las principales calles de la ciudad, lo propio, así como algunos de servicio público. No quedando atrás los conductores de motocicletas.

6. El uso desmedido de la bocina de los automóviles por ganar unos minutos exigiendo que se apresure quien está por delante, especialmente los señores que conducen minibuses.

7. Los locales de fiesta, que por cierto abundan en la ciudad, difunden su música para un área que pasa los tres manzanos, sin respetar el descanso de la población. A lo cual debemos sumar otras molestias, luego realizamos campañas por la seguridad ciudadana y por la prohibición de consumo de bebidas alcohólicas en las calles, ley 259.

8. Las fiestas que organizan grupos estudiantiles de educación superior, que seguramente porque existe la prohibición de realizar las mismas al interior de centros educativos, han ganado las calles, no solo cerrando el paso a la libre circulación, sino quitando el descanso nocturno de quienes viven alrededor.

9. Algunos dueños de casa que gustan de escuchar "su música" y compartir con todos los vecinos, no solo cuando organizan sus fiestas particulares, sino a cualquier hora del día y de la noche.

10. En algunos centros de salud también, ya existe la proliferación del ruido, especialmente en fechas de celebraciones, como el Carnaval.

Preocupante si hemos tomado conciencia de las líneas precedentes de este escrito, que no lo afirmamos nosotros, sino organismos que velan por la salud de las personas.

¿Qué hacer?

1. Los ciudadanos tenemos que exigir el cumplimiento de las normas a este respecto, pero también de aquellas que regulan la seguridad ciudadana, pues han sido creadas las mismas velando el bienestar de la población, simplemente está faltando su cumplimiento por parte de la ciudadanía y de hacerlas cumplir por parte de las autoridades creadas por ley. Pero, quienes deben ser los primeros en cumplir serán estas últimas, dando el ejemplo a la población, pues se educa con el ejemplo.

2. Realizar campañas de toma de conciencia para este problema que afecta a la salud mental y física tanto individual y colectiva.

3. Las organizaciones que luchan por el cuidado del medio ambiente tendrán también que ocuparse de la contaminación acústica por los efectos nocivos para la salud de la población, no solo de la atmosférica, pues también existe la visual.

4. Educar en el cuidado de la salud y del medio ambiente, ya que solo educando a nuestra población mejoraremos nuestra calidad de vida.

5. Exigir a las autoridades la creación de leyes, normas o disposiciones que regulen los decibeles permitidos para actividades públicas y privadas como lo están haciendo en otros municipios.

6. Las autoridades, es hora de que exijan a los locales de fiesta el respeto al horario de atención, pero ante todo prever la exageración del ruido para lo cual deben normar que estos locales cuenten con antiruidos, como en otras latitudes.

7. Priorizar la educación en valores, como el respeto al otro, solo de este modo el ciudadano aprenderá a convivir con el otro, sin pensar que está solo en el mundo y puede hacer lo que quiera.

Tenemos la esperanza de no haber molestado a nadie, antes bien reflexionemos entre todos y busquemos soluciones. "Sé parte de la solución, no del problema"

Es paradójico que llegue el fin de semana para descansar de las labores habituales, pero muchas veces se convierte en tortura, especialmente para quienes viven alrededor de los locales de fiesta que proliferan en nuestra ciudad.

Para tus amigos: