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Domingo 08 de enero de 2017

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Revista Dominical

La década perdida

08 ene 2017

Fuente: LA PATRIA

Por: Marcelo Miralles Bová

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Once años llevamos de gobierno populista, once largos años que considero una década perdida para nuestra amada Bolivia, diez años que estuvimos desconectados del tren del progreso, argumentos que explicaré más adelante. Contradictoriamente, fue la época en la cual el país obtuvo ingresos extraordinarios, más abundantes que en cualquier otra etapa de nuestra historia, confusamente también en la que más se endeudó. Por eso cuando el presidente Evo Morales proclama "Si el pueblo dice vamos con Evo, ningún problema"� un escalofrío me recorre toda la espalda porque ya no será una década perdida serán dos, veinte años de atraso. Olvida que el pueblo ya le dijo que NO y quiere postularse inconstitucionalmente para un cuarto mandato� ¡ Por Dios..! ¿Qué gran pecado cometimos? Se anunció una época de "cambio", pero no todo cambio es positivo.

Veamos qué se avanzó en diez años: Mega proyectos que en criterio de los expertos son dispendiosos y cuya utilidad como generadores de ingresos para el país están en duda, como el satélite artificial "Tupac Katari", su conveniencia nunca fue probada, planta de urea en Bulo Bulo, con costos de producción más elevados que la media internacional, estación experimental de energía nuclear, innecesaria. Cartonbol, a punto de cerrar. Cierre de Enatex, creando desempleo. Pérdida del mercado estadounidense para la ropa confeccionada en Bolivia (suspensión del convenio Atpdea), que supuestamente debía sustituirse con compras por parte de Venezuela, ahora un socio en quiebra que no pude sustentarse ni a sí mismo. Permisivo con los contrabandistas de ropa usada que tienen nexos con diputados oficialistas y productos chinos que constituyen desleal competencia para la industria nacional.

Se prometió "nacionalizar" los yacimientos de recursos naturales. En minería se trató a las empresas como botín político, así, Huanuni y Colquiri, enfrentan serias dificultades para apenas sobrevivir. El proyecto del Litio no logra despegar, ¿en diez años? En metalurgia, Karachipampa sigue improductivo. En petróleo, se readecuaron los contratos con empresas transnacionales pero no hubo ni una sola "nacionalización" y se abandonó la exploración para descubrir nuevos yacimientos que sustituyan los que están a punto de agotarse, por eso se cierne fantasmagóricamente sobre nuestro futuro el incumplimiento de contratos gasíferos con Brasil y la Argentina.

Por otro lado se gastó mucho en proyectos que debían beneficiar a la clase Originaria Campesina, el caso del Fondo Indígena, pero se diluyeron en una mega corrupción, nunca antes vista. Otros gastos aparatosos y pomposos que no benefician al pueblo y no están acordes con la magra economía de un país modesto como Bolivia, ojo, que no digo pobre. Como fue la compra de aviones presidenciales de lujo, aviones chinos para la Fuerza Aérea, que se dice son de mala calidad y no funcionan. Fábrica de aviones pequeños donde se estima se gastó cinco millones de dólares y sólo se produjeron dos aviones que se accidentaron. Construcción de palacetes con evidente sobreprecio y un largo etcétera.

Existen honrosas excepciones: la doble vía Oruro - La Paz, y asfaltado de casi toda la principal infraestructura caminera, ¡bien hecho! Otros proyectos que sí funcionan, la ensambladora de computadoras "Quipus". También BOA Boliviana de Aviación, de propiedad estatal y que se supo que está basado en el plan de recuperación del Lloyd, elaborado por los ex técnicos y funcionarios del LAB ante el descalabro de la "capitalización".

Sin embargo, no todo mal es atribuible al gobierno, la responsabilidad de la década perdida es compartida con el conjunto de todos los bolivianos.

En la Bolivia de hoy se ha impuesto la cultura del chantaje y el matonaje, por parte de los "movimientos sociales", que en esencia son grupos de personas con un interés común a su minoría particular, estos se reúnen para obtener algo, normalmente del gobierno, y que desde su punto de vista mezquino, les corresponde o les conviene, sea su petición lícita o no, justa o no. Pero, no se pide con una solicitud escrita y dirigida a quien tiene el poder o el deber de solucionar sus asuntos. No, se exige en las calles, con marchas y bloqueos que perjudican a toda la ciudadanía, y en especial a quienes no pueden hacer nada para darles sus caprichos. Es la política que se ha trasladado de los foros a la calle.

Que yo sepa nunca se reúnen para aportar algo, por ejemplo si se pide un hospital o una mejora para determinada zona, no llegan con una solución, o parte de ella, por ejemplo: entregamos estos predios o aquí hemos reunido tantos miles para iniciar obras. No, todo tiene que pagarlo el Estado, en consecuencia quienes pagan impuestos. A la inversa, se reúnen para no pagar impuestos, o sea para dejar de aportar al sostenimiento del Estado, ejemplo: Cooperativistas Mineros, contrabandistas de ropa, a quiénes se les atribuye el incendio de las oficinas de la aduana en Oruro, etc.

Si bien el derecho a petición, es un derecho constitucional y la protesta es permitida. El chantaje es ilícito y el bloqueo es un delito. Si no nos "atienden en tal plazo� marcha de protesta, exigir el relevo de quien no accedió a nuestras peticiones (Cambio de alcaldes u otras autoridades) o� ¡Qué fácil!!: Bloqueo!! Bloqueo de las plazas, de las calles, de los caminos, utilización de explosivos, toma de rehenes y cuanto vandalismo se les ocurre. Eso es chantaje, es matonaje, es delincuencial, ¿hasta cuándo lo permitiremos? ¿Cuándo aprenderemos a realizar peticiones de modo civilizado?

Nadie se atreve a calcular cuántas horas pierde el país con estas actitudes. Sin embargo no se necesita ser un matemático experto, como el Vicepresidente, para darse cuenta que es perjudicial y un retroceso en el progreso. Si tenemos 300 personas que dedican dos días a una protesta, 16 (8 horas de trabajo por día) x 300 personas, son 4.800 horas de trabajo perdidas. Individualmente son 600 jornadas de trabajo de una persona, casi dos años desperdiciados. Eso le cuesta al país. Además del terrible perjuicio a quiénes quieren y deben trabajar, y no se les permite, el costo de esto parece insignificante, pero es enorme. Entregas que no se pueden efectuar en plazo, daño a productos perecederos, trámites que no se realizan, enfermos desatendidos etc., ¿Quién pierde? El país.

Estamos rifando nuestro futuro con actitudes irracionales. Mientras los demás países, sobre todo los vecinos, se preparan para afrontar los efectos del cambio climático, para mejorar su tecnología y acrecentar su economía, nosotros dilapidamos recursos en intentar cambiar el pasado y la historia, se quiere "descolonizar" en base al prejuicio racial y al odio. ¿Cómo negar o borrar nuestra herencia colonial? ¿Vamos a abolir el carnaval que es nuestra expresión cultural de raíces esencialmente coloniales? ¿O vamos a renunciar a la escritura o al idioma castellano porque la trajeron los españoles? Es absurdo, debemos mirar hacia adelante, ser previsores.

La crisis de escasez de agua que afecta a la mayor parte de las capitales departamentales, no es casual, por décadas los científicos vienen advirtiéndolo los efectos de la reducción de los glaciares y el sobrecalentamiento global, pero las entidades que debían prevenir y anticipar soluciones son trofeos políticos, dirigidas por personas ineptas que están en esos cargos por lealtad a un partido y no por su capacidad ejecutiva.

En educación el panorama es igualmente doloroso, con una ley que lo único novedoso que tiene es el nombre indígena que se le puso, resultando una confusa serie de normas que buscan la "descolonización e interculturalidad", mezcladas con "derechos relativos a la educación de los pueblos indígenas", que están en la Constitución Política del Estado y no corresponden a un Código de Educación". Se impone la enseñanza de un idioma nativo, muy nostálgico e idealista por cierto, pero poco práctico e inútil con fines educativos. Se ha preguntado ¿cuántos libros hay escritos en lenguas originarias? Y sobre ¿qué temas? Créanme, son pocos, en contraste con los millones que existen en español e inglés. Si se quiere profundizar en cualquier rama del saber o ciencia, necesariamente tenemos que acudir al auxilio de lenguajes más difundidos globalmente. No he conocido que en quechua, aimara o guaraní existan palabras equivalentes a: átomo, molécula, planeta, ecuación y muchas otras que son comunes en cualquier ciencia.

Por lo demás seguimos insistiendo en los programas que se basan en las "humanidades", que provienen de la época de la Revolución Francesa del siglo XVIII, y en el sistema de aula en la cual el maestro dicta la materia. No existe interactividad. Nada novedoso.

Un dicho popular muy conocido señala: "En el camino del progreso, el que no avanza, retrocede".

En países que no perdieron la década en la que Bolivia se estancó, las universidades y los universitarios están ocupados en buscar soluciones a las crisis y problemas que se vienen en el futuro derivadas de la superpoblación mundial, la contaminación, el cambio climático, reducción de los reservorios de agua y la falta de alimentos. También la reducción de gases con efecto de invernadero, derivados de la ganadería tradicional y los escapes de automóvil.

En todo el mundo los investigadores y científicos que albergan las universidades están desplegando sus mejores esfuerzos intelectuales a la solución de éstos problemas, se están desarrollando nuevas técnicas y disciplinas científicas, encaminadas al ahorro de energía, el economizar agua y suelos, reducir la contaminación y preservar recursos naturales, como el petróleo, etc. Es de esta manera que se estudia la agrigenómica que busca conseguir variedades de plantas más eficientes que den más frutos y enfermen menos, sin incrementar los recursos de espacio agua y abono invertidos al cultivarlas. De igual manera se experimenta con granjas o huertos verticales que utilizan paredes en lugar de suelo, en general no invade suelo urbano y reduce costos en la producción de alimentos, ofrecen opciones de reciclar agua y residuos, pues, se predice la migración de la agricultura del medio rural a las metrópolis.

Otras ciencias modernas son la biotecnología, nutregenómica que estudia formas de alimentación sanas, para reducir las muertes prematuras por mala nutrición. Se experimenta con alimentos de probeta, cultivos hidropónicos los cuales emplean sales minerales en lugar de suelo con un ahorro considerable de agua y alimentos transgénicos.

La revolución y el progreso de la agricultura y de los bolivianos originario-campesinos, no se produce automáticamente por reemplazar la vaca por el tractor, están por medio las técnicas agrícolas y la educación.

Estos estudios requieren de mucha capacidad y conocimiento científico, mientras que los universitarios bolivianos, la élite intelectual del país, se ocupan de�bailar. No es que desmerezca su habilidad, ni la calidad de las danzas, al contrario nuestro folklore es un orgullo nacional. Lo que observo es el tiempo que desperdician organizando comparsas y ensayando las danzas, en lugar de preocuparse por incrementar sus conocimientos científicos y tecnológicos.

Me pregunto si queremos seguir en este atolladero, si podemos seguir endeudando al país e insistiendo en un programa irracionalmente "descolonizador" o si por fin podremos dejar el atraso e incorporarnos a un merecido desarrollo y tener un país acorde con la modernidad del siglo XXI.

Fuente: LA PATRIA
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