Propugnando autonomía fiscal

El destacado economista Iván Finot, presentó recientemente su libro: Pacto Fiscal Cómo conciliar eficiencia con equidad. Una propuesta para el país, justamente cuando el tema de las autonomías, todavía se presenta como algo no definido plenamente para dar paso al manejo directo y administración de recursos en cada uno de los departamentos.

Algunos distritos han avanzado más que otros en el tratamiento y la aprobación de sus estatutos autonómicos, reglamentación pertinente y la aprobación que defina, si se quiere, la independencia departamental del poder central. Un paso necesario que todavía no se da de manera general, para configurar el Estado con su nueva característica autonómica y por lo mismo con responsabilidades directas de las autoridades de gobernaciones y municipios, para encarar el desarrollo de las regiones y las ciudades.

Un análisis sobre la materia lleva al conocimiento de algunos aspectos que tienen que ver directamente con la forma de distribución de los recursos, que estaría bajo una regulación inequitativa, generando descontento en varios niveles del sistema administrativo departamental, debido a que algunos departamentos reciben mayor beneficio del IDH, aún gozando de una mayor tajada de la torta financiera nacional lo que genera un descontento poco disimulado en el contexto de país unitario.

Se han formulado en instancias superiores algunos planteamientos que tienen que ver con la aplicación del Pacto Fiscal y que por las observaciones ya vertidas no satisface expectativas de equidad, especialmente si se toman en cuenta índices poblacionales, como parte obligatoria del reparto de asignaciones, aspecto que no responde a la realidad de las necesidades departamentales y el interés de encarar proyectos de desarrollo sostenible, utilizando sus propios ingresos por la explotación de sus recursos naturales, por encima de las restrictivas asignaciones determinadas de manera vertical en las instancias del sistema de reparto nacional.

El tema del Pacto Fiscal, necesariamente debería ser parte de una definición sobre "autonomía fiscal", un proceso que deben encarar los gobiernos departamentales en consenso con las representaciones de la institucionalidad civilista, para aprobar los objetivos deseados de tener primero la autonomía fiscal, que permitirá alcanzar el objetivo de la autonomía administrativa departamental, de lo contrario persistirá irremediablemente confrontada la situación de autonomía dependiente del centralismo de Estado, un proceso que debe ser radicalmente sustituido.

La propuesta del conocido economista se afirma además en la necesidad de emprender tres objetivos para lograr el funcionamiento efectivo de autonomía y pacto fiscal. 1.- Hacer a los gobiernos departamentales y municipales menos dependientes con lo que pase con la casualidad de encontrar o no recursos naturales. 2.- Que los ingresos de los gobiernos se basen más en aportes de la gente que en casualidades naturales y 3.- Constituiría la meta final y trascendental, haciendo que Bolivia empiece a liberarse del extractivismo. Una propuesta para valorarla en su justa dimensión, empezando por el tema de la autonomía fiscal.

Fuente: LA PATRIA