Sábado 31 de diciembre de 2016
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Editorial y opiniones
No hay una manera correcta de hacer algo incorrecto
31 dic 2016
Francesco Zaratti
La polémica que recién ha surgido por el antojo de poder deÂ? ¿una persona?, ¿unos dirigentes adictos a la prebenda?, ¿unos ineptos buscapegas?, ¿unos abogados, terroristas del derecho, obligados a arreglar lo que le mete nomás su jefazo?, me trae a la memoria el desahogo de mi abuela cada vez que yo intentaba convencerla de algo absurdo. Me decÃa, sonriendo: "¡Vete de misionero al infierno!".
Hoy a la misión imposible de convencer a los actuales gobernantes de respetar el referéndum del 21F, se han consagrado varios lÃderes de opinión, cuyo compromiso se sustenta en el categórico argumento, aprendido de un maestro de espiritualidad, de que "no hay una manera correcta de hacer algo incorrecto".
Se ha escuchado, por parte del coro cada vez más desafinado de los voceros del MAS, hablar de ocho vÃas, luego seis, finalmente cuatro, con el único fin de incumplir el mandato del Referéndum del 21F, en lÃnea con el irrespeto a las normas y a la institucionalidad, que es lo peor que nos deja el actual régimen. El vergonzoso caso de la empresa aérea LaMia, cuyas secuelas para el paÃs aún desconocemos, no es un accidente, sino la consecuencia de esa ética de gobernar.
Una vÃa para lograr la presidencia vitalicia es directa: pedir la anulación del Referéndum debido a algo tan subjetivo como que se mintió a los párvulos plurinacionales, razón por la cual éstos se equivocaron al votar, descartando la opción más conveniente para ellos. Una sentencia, atribuida a Hegel, retrata cabalmente esta actitud: "si los hechos no concuerdan con la teorÃa, ¡pena por los hechos!". Por cierto, serÃa catastrófico para la democracia si, con base en el criterio de unos tribunos nombrados al amparo de una reforma diseñada y ejecutada por aprendices de brujo se sentenciara la anulación de la voluntad del pueblo por motivos subjetivos.