Jueves 29 de diciembre de 2016
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Cerramos el presente año complacidos de saber que Bolivia continúa siendo el quinto productor mundial de estaño situándolo como prominente factor comercial dentro del contexto de Hermandad Económica.
Con ese cuadro alentador, creo haber llegado el momento de que todas la fuerzas representativas, comenzando por los empresarios privados, la Cámara Departamental de MinerÃa, los verdaderos trabajadores del subsuelo y periodistas, aunemos voluntades para pedir al gobierno nacional un apoyo concreto a la actividad mineralógica occidental y asà mostrar que somos capaces para mantener bien en alto el nombre de la patria.
Debemos constituirnos en el eje fundamental para encarar en buena forma los acuerdos con Argentina, Brasil, Estados Unidos, Inglaterra, Japón y otros paÃses, a fin de incentivar la exportación de minerales a lo que se suman el petróleo y el gas, para obtener aceptables ingresos económicos que neutralicen el creciente déficit de la balanza comercial.
Ya no podemos ser vistos como la región que estos últimos años no muestre interés para contribuir a su propia expansión económica debido a la existencia de posiciones polÃticas verticales indefinidas que van poniendo en riesgo la propia vida de los bolivianos.