Con la instauración de la Constitución PolÃtica del Estado Plurinacional (CPEP), en Bolivia, en tema de salud se determina aspectos generales (Art. 35 hasta Art. 44) que en cierto modo se constituyen en directrices que guÃan o deben guiar las acciones de todas las instancias personales, profesionales, individuales y grupales que tienen que ver con la salud de las personas; sin distinciones de edad, género, caracterÃsticas culturales, sociales, económicas, etc.
Asimismo, en la CPEP se consigna el "Vivir Bien", como uno de los principales principios que se debe tomar en cuenta, obviamente durante nuestra existencia, por lo menos de manera particular en el Estado Plurinacional de Bolivia. El principio, en cuestión para que sea cumplido entre otras cosas, implica también el tener buena salud biosomática, dependiendo ello particularmente de los médicos.
Por lo referido, es importante entonces que el médico, debe ser consciente de su rol social, que la única riqueza a la cual puede aspirar es la satisfacción de ser útil a los demás, que la única aspiración que puede obtener es de ser el o la mejor profesionalmente, salvando vidas. Debe tener en mente que el único tÃtulo valido a los ojos de Dios es el de "Ser Humano" y que la única recompensa a todo ello es el saber y haber resguardado, preservado y salvado el milagro de la vida.
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La caracterÃstica y la virtud principal de la medicina en una sociedad que busca "Vivir Bien", es que no siempre se debe esperar que las personas vayan al médico, sino que el o la médico debe ir hacia las personas. Entonces será acertado parafrasear la famosa frase de Mahoma, y decir: "Si el paciente no viene al médico, el médico irá al paciente".
Una o un médico debe asumir a un enfermo no como un cliente, sino un paciente, un enfermo que no puede ser su modo de vivir, sino su razón de vivir. Un médico no solo debe pensar en ganar dinero sino también en salvar y ganar vidas. Ser médico, implica constituirse en lo profesional con más capacidad para ser imprescindible, para ello un corazón sensible que permita sentir como propio el dolor de otros, a ello llamarÃamos la "empatÃa médica".
Ser médicos comprende enfatizar la solidaridad ante el egoÃsmo, la entrega a la desidia, la justicia al abuso, la felicidad ajena a la riqueza propia. Mientras más se consagren al trabajo de salvar vidas, más disfrutarán el descanso, mientras más quieran al ser humano, sin preferencias, más demostrarán ser personas y profesionales de calidad.
Los y las galenos deben ocuparse de la salud y no sólo de la enfermedad, porque cuando aparece la enfermedad es que ha fallado la salud y... ¿A quién o a quienes se debe atribuir esta falla? Asimismo, ser médico significa despojarse del egoÃsmo ante los sufrimientos de aquellos que de manera cotidiana manifiestan dolor y sufrimiento, no solo biofÃsico sino también socioafectivo.
Empero, también está el extraordinario privilegio de ser médico; aliviar el dolor, salvar vidas, conocer a los seres humanos, inspirar confianza, sembrar valores, alentar el espÃritu, generar esperanzas para el "Vivir Bien". Para ello, un o una médico ha de ser un estudiante eterno que optimiza sus aptitudes y transforma sus actitudes hacia la vida de los demás.
Finalmente es también claro que en un mundo de transformaciones vertiginosas, los y las médicos también debemos transformar nuestras actitudes y aptitudes para con la salud de las personas y grupos sociales, respondiendo a las realidades socioculturales diversas pero única en sus intereses, desde lo más simple y conocido (tratar con afecto-amor a los pacientes) hasta lo complejo (aplicación de conocimientos médico-cientÃficos).
(*) Médico