S谩bado 24 de diciembre de 2016
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La palabra, dec铆a el sabio Hu谩scar Caj铆as, es lo m谩s sagrado que tiene el ser humano. Es lo 煤nico que podemos controlar, a煤n en medio de tempestades. Por ello hay tantas manifestaciones en todas las culturas y en todos los tiempos: "te doy mi palabra"; "te doy mi palabra de honor"; "te prometo"; "juro"; jurar por Dios, por mi madre, por mis creencias, por lo m谩s sagrado que tengo en la vida.
Es tan importante la palabra que la c谩bala que intenta descifrar el misterio del mundo estudia las letras, sus significados y alcances y c贸mo forman vocablos tan inconmensurables que ni se pueden repetir en voz alta. Para los cristianos, el momento sublime- que celebramos en estos d铆as- es cuando el Verbo se hace carne. La plegaria, ese contacto con lo divino, se da a trav茅s de la Oraci贸n.
En el d铆a a d铆a, cada uno puede experimentar el valor de su palabra. Por ejemplo con la puntualidad. Si dices que llegar谩s alrededor de las tres de la tarde, abres un espacio que puede ser minutos m谩s o minutos menos, o m谩s largo, pero est谩s de alguna forma protegiendo tu compromiso. Si dices: llegar茅 a las tres de la tarde, tienes que emplear tu voluntad para vencer cualquier tranc贸n o incidente y mantener impoluta tu promesa y llegar a las tres.