Cuando el mandatario boliviano, el Presidente Evo Morales dice que "los derechos de la Madre Tierra son más importantes que los derechos humanos", realmente asusta, no por el hecho de que se pretenda darle más importancia al medio ambiente, a la naturaleza y a la biodiversidad que a los mismos humanos, sino porque en realidad esos derechos de la Pachamama son impunemente pisoteados, nada más y nada menos que por el mismo gobierno.
Hace poco, en noviembre de este año, Morales volvió a hablar de la carretera y prometió que sà o sà se realizará ese proyecto, "con Evo o sin Evo", dijo.
El actual gobierno se proclamó abanderado en la defensa de la Madre Tierra y sus derechos, pero vieron con buenos ojos el aprobar una norma que autorice tanto a las empresas privadas como a la estatal, la exploración de hidrocarburos en 5 o 6 áreas protegidas de las 22 que existen en Bolivia.
Prometieron no afectar "mucho" la zona de los parques nacionales, que son zonas que gozan de la protección del Estado, y consideraron que 205 hectáreas para la exploración no es mucho, además que se aseguraron de diferenciar lo que es exploración de explotación, pero igual se tiene que remover tierra para lograr el cometido.
Otros proyectos que afectan a la Madre Tierra son las represas en El Bala, tala de árboles en San Buenaventura.
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