Cuando se plasman en realidad algunas ideas grotescas, como la de elaborar un documental incluyendo en el mismo a periodistas, como "actores" de un proceso que por las connotaciones rebuscadas que se muestran en el mismo estarÃan dirigidas a "lastimar" la integridad del Gobierno, como se pretende con la exposición de imágenes y audio del trabajo encomendado a un periodista argentino, quiere decir que hay peligrosas intenciones que ponen en riesgo la Libertad de Prensa y la seguridad de los involucrados.
No otra cosa es el documento que alude a un "cártel de la mentira" y se ocupa de elegir imágenes, recortes y declaraciones que en algún momento y medio fueron difundidas como noticias, no inventadas, sino como parte del acontecer diario que mueve al periodismo en su tarea de informar a la comunidad sobre los hechos relevantes que alteran la cotidianidad y que lamentablemente surgen en las esferas próximas a los principales personajes que a su vez conducen la administración y el destino de la Nación.
Dirigentes de las organizaciones de la prensa nacional, en todos sus ámbitos se han referido a la emisión del documental denominado "cartel de la mentira", propiciado abiertamente como una manera de amedrentar a propietarios de medios y a periodistas, que en ambos casos trabajan al servicio de la comunidad sin compromisos subalternos y respondiendo a los valores incuestionables que marcan la verdad y el derecho ciudadano a conocer lo que ocurre en las esferas del intrincado aparato polÃtico del Estado.
Lógicamente que el trabajo de periodistas y medios independientes no sea del agrado, ni sea coincidente con el punto de vista del Gobierno, pero en todo caso debe imponerse el respeto a la Libertad de Expresión y no caer en una peligrosa campaña de desprestigio y censura a la labor informativa, según refiere el Presidente de la Asociación Nacional de la Prensa, ANP.
Para representantes institucionales, polÃticos y laborales, que están firmes en la defensa de los derechos ciudadanos y en exigir respeto al derecho de opinar por cualquier medio periodÃstico, incluso por las redes sociales, la arremetida gubernamental despierta otra faceta de intimidación a la prensa libre, que ojala no derive en atentados directos contra medios y periodistas independientes. Hay quienes sugieren que el sector afectado, debe asumir defensa institucional ante un flagrante atentado a sus derechos y libertades.
Fuente: LA PATRIA
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