Despiden a Sheyla exigiendo justicia

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Justicia para Sheyla!, ¡justicia para Sheyla!, ¡justicia para Sheyla!", era el grito ensordecedor que hacía retumbar la calle de la Gobernación ayer al mediodía, cuando el cuerpo de la niña Sheyla García Colque de siete años, victimada presumiblemente en Sabaya, era trasladado hasta su última morada en el Cementerio General.

Exclamaciones de dolor salían desde el alma de la madre de la pequeña, Silvia Colque. Las lágrimas se mezclaban con los sentimientos encontrados de la doliente que no aceptaba la partida de su hija y más en las circunstancias que murió.

Mientras tanto, el carro fúnebre yacía parado en la misma puerta de la Gobernación, en la parte posterior, estaba el pequeño cajón de madera blanco de Sheyla. Un tumulto de gente aportaba con alaridos para llamar la atención no solo de los ocasionales transeúntes, sino también de las autoridades.

Algunas pancartas reflejaban el sentir de descontento hacia la justicia en Bolivia, en otras manos, estaban flores de toda naturaleza que eran transportadas para despedir a la niña.

La prensa la asedió, principalmente, a fin de hacer llegar su mensaje a los operadores de justicia. Después de unos minutos, el gobernador Víctor Hugo Vásquez bajó de su despacho para atender el clamor de los dolientes. Al principio no tuvo palabras, no sabía cómo enfrentar ese cuadro de dolor, porque las voces incrementaban su volumen para exigir justicia. Se conmovió y el silencio se convirtió en su mejor aliado.

Ahí aprovechó la madre de Sheyla, exigió por enésima vez justicia. De la situación también aprovecharon víctimas de otros casos.

"¡Yo pido justicia por mi hija!", entre sollozos se dirigía ante la primera autoridad del departamento. "Señor gobernador apoyemos", "¡justicia para Sheyla!", "¡hasta cuándo vamos a sufrir por nuestros seres queridos!", "¡la justicia está comprada!", "¡la justicia es corrupta!", "¡los asesinos están libres, entonces de qué justicia hablamos en Bolivia!", "¡quién nos va a devolver a nuestros hijos!", "¡quién me va a devolver a mi hija", eran los gritos que como ráfagas de fusil salían de las gargantas de varias personas.

Minutos después el gobernador dijo: "Toda nuestra solidaridad hermanas, va a haber banda hermanas, he solicitado al Comandante de la Policía, entre 15 a 20 minutos va a estar la banda, pero eso es un tema secundario. Lo que nos interesa es lo que la hermana pide por su hija, justicia. En ese sentido vamos a agotar todos los instrumentos legales posibles para que se dé justicia a la brevedad posible".

Añadió que pedirá garantías frente a las amenazas que sufren las víctimas por la pérdida de sus seres queridos. Luego de esos minutos de zozobra y atender a los periodistas, el cortejo siguió su marcha una vez que llegó la banda de música. En medio de sones fúnebres la comitiva se abrió camino por la calle cerrada de la Bolívar, porque personal municipal se encargaba del adornado para la Navidad.

Los hermanos de Sheyla se unieron a la despedida, con flores en sus manos; mientras el cajón fue sacado del auto, era llevado en andas por los amigos y familiares de los dolientes. Siguió su marcha sin descanso hasta el Cementerio General, donde al fin, como dijo doña Silvia, Sheyla descansará en paz.

ANTECEDENTES

La niña Sheyla de siete años despareció de Sabaya el martes 9 de febrero cuando se celebraba la ch´alla de Carnaval. Su familia la buscó desde ese día incansablemente, incluso pensando que había sido raptada y llevada a Chile, cuyos avisos de bien social también eran evidentes ante la opinión de ese país.

Los padres de la niña continuaron su búsqueda por los siguientes meses, cuando de a poco se fueron develando algunos detalles, aún entreverados de la desaparición de la menor. Varias personas ingresaron y salieron del penal de San Pedro, en la actualidad, cuatro guardan detención preventiva.

El 6 de octubre, la búsqueda del cuerpo de la niña había terminado. La encontraron en estado momificado en un lote baldío en Sabaya. El 17 de noviembre, peritos del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) llegaron a la ciudad de Oruro para someter el cuerpo a exámenes científicos y llegar a la verdad de los hechos y conocer cómo falleció Sheyla.

El 12 de diciembre llegó el último experto y con ello, solo queda esperar los resultados de las pericias, además de conocer el final de los actuados investigativos.

Fuente: LA PATRIA