Lunes 12 de diciembre de 2016
ver hoy
Desde el ascenso al Gobierno, progresivamente el MAS ha construido una estrategia política de blindaje de la figura del líder. Del Evo del ciclo rebelde, como expresión simbólico-práctica de la experiencia vital subalterna, queda poco. La dinámica gubernativa signó un recambio de la lógica de gestión del liderazgo político en el MAS. El carácter mediador de la figura de Morales que se sustentaba en el contacto cara a cara ha sido desplazado progresivamente. Hoy la figura de Evo se sostiene en una tensión entre la apelación al discurso "Evo Pueblo" y su aislamiento de las problemáticas sociales y de las fuerzas sociales en términos efectivos.
De ahí que en las últimas semanas la reacción del Presidente Morales a múltiples sucesos importantes del país, ha consistido en apelar al desconocimiento. Evo afirmó que no sabía nada de los problemas en la gestión del agua e igualmente ignoraba que la empresa LaMia contaba con autorización de vuelo en Bolivia. ?sta no es una cuestión azarosa y menos una reacción espontánea. No tiene nada que ver con la ridiculización racista e "ilustrada" de ciertos sectores de la clase media que pretenden atribuir las fallas de la gestión, a la identidad indígena del Presidente. Tampoco convengo con la ingenuidad colonial de reducir la práctica política de Evo, a las malas influencias de la tecnocracia o de su "entorno blancoide". Prefiero pensar que detrás del no sé nada, siempre hay mucho más.
El MAS está aplicando una agotada estrategia política de recurrir en el último momento al liderazgo de Evo como mediador y gestor de soluciones de los conflictos. Mientras tanto Evo tiene que apelar al desconocimiento para exonerarse de responsabilidades y preservar el recurso simbólico más certero que tiene el MAS. Sin embargo la efectividad de este cálculo político parece ya no tener cabida, considerando la forma en que el caso Zapata desgastó sustancialmente la credibilidad de Morales. En todo caso, si Evo es ajeno a la problemática social, ¿qué queda del arraigo popular? El aislamiento táctico del líder, afrenta directamente contra el mito fundacional del "evismo" como autorepresentación político-estatal de la sociedad plebeya.