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El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, en franca alusión al fallecido piloto de la aerolínea LaMia, Miguel Quiroga, sugirió que era un "palo blanco" del ex senador opositor refugiado en Brasil, Roger Pinto. Ratificó la hipótesis de que el trágico desenlace en Colombia que cobró la vida a 71 personas, incluido el equipo brasileño de fútbol Chapecoense, no fue un accidente, sino un homicidio culposo premeditado.
"¿Cómo se explica que una persona que no tiene ni casa, que vivía en la casa de su suegro el señor Roger Pinto en Brasilia tenga esos millones, sea el dueño de la mitad de esa empresa?, palo blanco, y por suerte de eso se puede tener información y van a salir los palos blancos, es sintomático que desde Brasil salga a defender a LaMia el señor Roger Pinto", aseveró.
Ferreira también observó que LaMia no era propietaria de las aeronaves, sino que las alquilaba de un tercero "o sea, había un palo blanco (?). Para obtener un seguro de aeronavegación como el que se tiene que obtener por más de 25 millones de dólares el banco o la empresa aseguradora va a exigir un porcentaje de ese monto, entonces han tenido que tener, 3, 4 o 5 millones de dólares".
Durante la entrevista concedida al programa El Pueblo es noticia en el canal gubernamental BTv, el titular de Defensa aseguró que detrás del siniestro de LaMia hay varios temas "oscuros y sucios".
ACCIDENTE, FUE
UN HOMICIDIO"
El titular de Defensa ratificó su punto de vista de que el accidente de LaMia fue un homicidio y culpó al piloto Quiroga de transgredir normas de la aeronavegación que obligan a llevar combustible de reserva para garantizar una autonomía de vuelo de más de una hora y media. Dijo que sólo tenía autonomía de cuatro minutos con 20 segundos el día en que se estrelló la aeronave.
"No es un accidente, un accidente es cuando no se planifica, que sucede por razones no premeditadas, pero aquí no hubo fallas técnicas, aquí hubo una la omisión del deber (?). Los homicidas están muertos y tienen cómplices, hay operadores que han permitido la salida del vuelo, que se han escapado y han pedido asilo político (?). No hay que especular más de accidente, no hay accidente, este señor (piloto) sabía lo que iba a pasar, pero hizo lo que hizo, y tuvo de resultado 71 fallecidos", aseveró.
Aseguró que sólo cumpliendo el protocolo de aterrizaje en Cobija se iba a evitar el accidente en Colombia, pero también podía aterrizar en Bogotá y no lo hizo.
"Si sólo en Medellín se declaraba en emergencia inmediatamente le hubieran permitido aterrizar, pero solo pidió prioridad (?) porque le iban a multar, pero hubo un cálculo de riesgo personal", manifestó.
En cinco ocasiones anteriores, el avión siniestrado voló con el combustible exacto "por razones económicas para ahorrar unos miles de dólares en aterrizaje" en aeropuertos intermedios.
Pero Ferreira soslayó en sus comentarios responsabilidades que le toca al actual Gobierno en la aprobación de la autorización de LaMia a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), instancia dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Transporte.
La Fiscalía sostuvo en la audiencia judicial del viernes en contra del ex director del Registro Nacional de Matrículas de la DGAC, Gustavo Vargas Villegas, quien ahora está en la cárcel de San Pedro, que LaMia logró aprobar en 20 días del 9 al 29 de diciembre de 2014 tres documentos claves: autorización para la importación de aviones, matrícula para el avión accidentado y permiso de operaciones, trámites que normalmente duran meses.
Vargas Villegas es hijo de Gustavo Vargas, ex gerente de LaMia un oficial jubilado de la Fuerza Aérea Boliviana enviado a prisión preventiva en Palmasola por los cargos de homicidio culposo.
Ferreira dijo también que una juez nombró a la Fuerza Aérea Boliviana custodio de las dos aeronaves que LaMia le confió para su reparación. El ministro dijo que le empresa adeuda a la FAB unos 300 mil bolivianos por el mantenimiento que realizó al avión siniestrado en Colombia.
Fuente: La Paz, 11 (ANF).-