Tumbas funerarias, fundiciones indÃgenas, tejidos, alfarerÃa, hallados recientemente por la arqueologÃa dan cuenta de su pasado Incas, españoles, intereses privados y hasta el Estado se beneficiaron de sus recursos que parecen ser inagotables
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En su tiempo, Pulacayo fue una de las primeras ciudades mineras, hoy está desfalleciente. Dicen que es un pueblo sin historia, y un pueblo sin historia no tiene identidad, ni pasado y menos futuro. Los pueblos sin historia, son llamados pueblos ágrafos, en esta parte, porque se considera que su historia comenzó a escribirse con la llegada de los españoles. Es un error hablar de esa manera en este caso. En todo pulacayeño, siempre latÃan sentimientos de su pasado milenario, de donde venÃa su vocación minera y fundidora. Sus mitos y fábulas, como aquello de la "mulacayo" que dio origen a su nombre, son señales culturales de identidad que se han ido transmitiendo de generación en generación que han marcado pautas axiológicas, de juicios valorativos, de los que aprendieron a buscar su propia identidad.
El casual hallazgo en 1.990 de una tumba funeraria -hasta ese momento intacta-, por un joven, en un lugar denominado Juchu´ypampa, menos de cinco kilómetros al sudoeste de Pulacayo, fue el inicio de reveladores descubrimientos que pueden desentrañar el pasado milenario de este pueblo, ya que los cadáveres momificados exhumados, a las pruebas del carbono 14, revelaron data de inicios de los primeros años del anterior milenio.
De su interior se exhumaron cinco individuos; tres adultos y dos niños. Probablemente murieron en una actitud violenta. Dos de ellos presentan fracturas en sus cráneos y un tercero en el antebrazo. Sometido al carbono 14 un fragmento del hueso de uno de ellos, por la investigadora MarÃa Antonieta Costa Junqueira, del proyecto Fondecyt, corrobora un resultado de 1.250+/-40 años AP, lo cual nos da una fecha calibrada entre los años 674 y 874 de nuestra era, clasificado como Horizonte Medio.
Los restos de combustión de uno de ellos (carbón, ubicado en Escaramayu 10 Kms. en la misma dirección sudoeste de la mina de Pulacayo, al Carbono 14, revelaron que data de 1.755+/-37 AP, que calibrados indican entre los años 190 a 390 d.C, es decir en los dos y tres primeros siglos de nuestra era.
LA FEDERACIÃ?N QARAQARAS, CHICHAS, YURAS, CHARKAS, CHUYES
Fuentes como el "Memorial de Charcas" y otros como Espinoza Soriano (1981) y Abercrombie (1998) sostienen que desde tiempos muy antiguos, esos pueblos convivÃan bajo un pacto social muy fuerte relacionados además con los Carangas y los Yamparaes, y que pertenecÃan al "Urcosuyo" u "Orckosuyo", es decir a los pueblos que vivÃan en las altas mesetas y en las cimas de los cerros. La historia dice que desarrollaron una forma de vida muy propia bajando de las alturas a los valles y llanos a sembrar, de donde se proveÃan de productos como ajÃ, algodón, madera, maÃz y otros alimentos.
Este autor asegura que fueron los propios indÃgenas que guiaron a los Pizarro hasta los yacimientos de Porco, que se encontraban en plena explotación cuando llegaron los españoles. Relata; "Diego de Ocaña, perceptivo cronista que visitó la zona durante los primeros años del siglo XVII, asegura que Pizarro habÃa llegado a Porco en busca de sus minas y que era dueño de una casa en la misma plaza de esa población. En cuanto a la calidad del mineral, decÃa que la plata de Porco no precisaba de fundición porque salÃa ´limpia´ de las vetas."
Los yacimientos mineros de Pulacayo, Ubina, Asientos, el salar de Uyuni, entre otros, han podido estar dentro el patrimonio familiar de Francisco Pizarro, por estar asentados en el indÃgena territorio de Porco.
PULAC 050, SITIOS DE HABITACIÃ?N Y PRODUCCIÃ?N METALÃ?RGICA
Se descubrieron hornos de fundición indÃgenas, únicos en la historia precolonial y prehispánica por sus caracterÃsticas. "No existen otros similares," dicen los investigadores, "por la forma de lograr la circulación de calor," encontrándose además herramientas lÃticas. Este sitio fue clasificado como P050 o Pulac 50, ubicado sobre el rÃo Escaramayu.
Pulac 050, con una superficie aproximada de 1.600 Mts2, se trata de un sitio multicomponente relacionado con actividades mineralógicas y metalúrgicas, con un centro habitacional y construcciones de planta rectangular y subcircular, con un amplio sector ocupado por estructuras metalúrgicas y hornos de fundición.
SECTOR METALÃ?RGICO
Y FUNDICIONES
Este sector metalúrgico, sin estructuras, muestra abundante material de superficie como morteros y yunques (lÃticos) que sugieren que estuvo destinada a la preparación del mineral, su molienda o desagregarlos para su posterior elaboración, junto a un sector donde se realizaban las actividades metalúrgicas como la fundición de menas metálicas y la refinación del metal obtenido.
Sobre la superficie de ambas áreas se registraron abundantes fragmentos minerales de color verde. Muestras de estos minerales, tomadas en los dos sectores, fueron analizadas por difracción de rayos X determinando la presencia de una mezcla de óxidos (tenorita, cuprita), carbonatos (malaquita, azurita) y cloruros (atacamita) de cobre, revela un informe investigativo.
Los investigadores dicen que las tareas de combustión han debido ser realizadas alternadamente desde la parte inferior y, probablemente, por encima de un techo. Una muestra de carbón hallada en los niveles inferiores al interior del horno fue analizada e identificada como thola (Parastrephia lepidophylla), un arbusto de puna que crece abundantemente en los alrededores del sitio.
La presencia en contexto primario de un recipiente de cerámica por encima de la banqueta norte al mismo nivel que los conductos de ventilación natural, señala que recipientes de este tipo fueron colocados por encima de las aberturas de los canales, posiblemente para contener y calentar al mismo tiempo otros recipientes más pequeños del tipo crisol. Por todo ello, se puede afirmar que se trataba de un horno de refinación, con banquetas suspendidas y sistema de ventilación natural, lo que confirma el uso de crisoles.
Este horno, afirman las investigaciones, es "único". No se conocen evidencias de este tipo de estructura de horno ni en las publicaciones arqueológicas sobre los Andes prehispánicos ni en la literatura de la Colonia. En otras regiones como en Porco, se han encontrado las famosas "huayrachinas" o "huayras," en los que los indÃgenas fundÃan la plata de esas regiones, diferentes a los hornos hallados en Pulacayo.
TEMPERATURAS ALCANZADAS
Un programa de computadora llamado ThermoCalc permitió determinar que la temperatura de la pared interior del canal del horno H-1 fue de 1.128 °C, suficientemente alta como para vitrificar la superficie de la pared interior hasta una profundidad de siete mm. Aun asà es probable que el horno funcionara a temperaturas más altas.
Pulacayo, lejos de ser una región poco poblada en tiempos del Horizonte Medio, 500 a 900 d.C. fue por el contrario, el marco de desarrollo de una sociedad compleja, en la que la organización de la producción y la tecnologÃa minero-metalúrgica alcanzaron niveles muy elevados. Las riquezas minerales de la región, como la maestrÃa y saberes minero-metalúrgicos de sus antiguos habitantes, señalan la importancia dentro de los procesos sociales que tuvieron lugar en el altiplano surandino durante el primer mileno de nuestra Era, y en particular, en las dinámicas de interacción entre el altiplano circumpuneño y las áreas nucleares de Tiahuanaco y San Pedro de Atacama.
Pablo Cruz. Tumbas, metalurgia y complejidad social en un páramo del altiplano surandino, Pulacayo, 1er. Milenio d.C.
Pablo Cruz, Heather Lechtman, Andrew MacFarlane, Sidney Carter. Procesamiento de metales durante el horizonte medio en el altiplano surandino (Escaramayu, Pulacayo)
Carolina Agüero. Los textiles de Pulacayo y las relaciones entre Tiwanacu y San Pedro de Atacama.
Patrice Lecoq. La ocupación en los valles de Yura y alrededores de Potosà durante los perÃodos Intermedio, TardÃo e Inca, a la luz de nuevos descubrimientos arqueológicos.
ElÃas Roncal Otálora. Historia de la minerÃa boliviana.
Ignacio Prudencio Bustillo. Vida y obra de Aniceto Arce.
Pulacayo, hoy espera una negra suerte dentro su perspectiva de sobrevivencia. La explotación de sus recursos a tajo abierto, significará como en los LÃpez, la desaparición del pueblo.
La concesionaria canadiense Prophecy Development Corp. a inicios de octubre de este año ha convocado a nuevos interesados en hacerse socios para invertir en la explotación del complejo minero de plata, plomo, zinc, antimonio, cobre. Acompaña diagramas de los 90.000 metros lineales de perforación exploratoria ejecutados desde inicios de los años 1990, fortuitamente coincidente con la fecha de descubrimiento de la primera tumba funeraria.
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