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Sábado 10 de diciembre de 2016

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Revista Tu Espacio

Underworld sigue cometiendo los mismos errores que en el pasado

10 dic 2016

Fuente: Manilo Ávila (cinepremier.com.mx)

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Han pasado cuatro años desde la última entrega de Inframundo. Desde entonces, muchos rumores afirmaban que la saga había concluido o que se realizaría un reboot (sin Kate Beckinsale) con tal de corregir los errores cometidos.

Este universo fílmico debutó en 2003 presentando una interesante premisa. Lo que pudo haber sido una emocionante batalla entre vampiros y licántropos, terminó convirtiéndose en una saga mal ejecutada que tropezaba a cada entrega. Ahora que llega Guerras de sangre, su quinta parte, lamentablemente se siguen cometiendo los mismos errores.

Quizás los responsables de la franquicia sabían perfectamente que muchas personas no habrán visto -ni tendrán intenciones de conocer- las películas anteriores. Por ello, Guerras de sangre inicia con un recuento de la saga; una especie de previously on? utilizado en las series de televisión que se encargaban de poner al día a los espectadores.

Así, en un par de minutos, conocíamos lo más esencial de las entregas anteriores y nos preparábamos para ver un intento más de la sanguinaria y valiente Selene (Kate Beckinsale) por detener esta milenaria guerra llena -literalmente- de traiciones, que ahora tiene por objetivo capturar a su hija y acabar con los vampiros.

La cinta arranca con una persecución por las calles y puentes de Praga, la capital de República Checa -donde se filmó toda la película-. Desde ese momento, se nota el estilo que la directora Anna Foerster busca imprimir en su ópera prima, misma que es precedida por una larga trayectoria como directora de fotografía en cintas de acción, como La caída de la Casa blanca, y como directora de segunda unidad de títulos como 10,000 a.C. de Roland Emmerich, entre otras. El manejo de cámara y la construcción de cada una de las secuencias de acción es, francamente, lo único que destaca de esta quinta entrega. Los efectos visuales y las coreografías de cada una de ellas, se sienten un poco más arriesgadas y dinámicas que el resto de la franquicia.

No obstante, recordar el trabajo de Foerster detrás de la cámara hace aún más sorprendente otra falla de la cinta. La tonalidad azul que la saga siempre ha utilizado para aportar una gélida desesperanza ahora se convierte en un gran problema para el espectador, pues durante el clímax de la película, existen algunas secuencias demasiado oscuras. El formato de la función de prensa a la que asistí fue en 2D. No imagino qué tanto afecte verlas con lentes 3D.

Finalmente, uno de los más grandes problemas de toda la saga Inframundo siempre ha sido su elenco. Hay algo en todos ellos que se sienten planos, falsos y un poco sobreactuados? especialmente Kate quien, a pesar de ser la cuarta ocasión que encarna a Selene, continúa con este rostro inexpresivo y entregando diálogos planos, como si no hubiera ninguna intención ni motivación detrás de sus palabras.

Fuente: Manilo Ávila (cinepremier.com.mx)
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