Viernes 09 de diciembre de 2016
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Editorial y opiniones
Diez minutos de lectura en el aula en Educación Regular
09 dic 2016
Gaudioso Mollo Calle Â? Aurora Quispe Quispe
Las polÃticas implementadas por el Ministerio de Educación, en cuanto se refiere a la lectura para mejorar la formación integral de los niños y niñas en el nivel primario; de las señoritas, adolescentes y jóvenes en el nivel secundario, son decisiones muy acertadas; uno, para que el estudiante amplÃe su conocimiento e información a partir de ello se convierta en un individuo que analice, que sea crÃtico, propositivo, creativo, investigador y reflexivo.
Si bien la lectura es una práctica que la adquirimos desde muy pequeños, generalmente en nuestros primeros años de escolaridad, la cual formará parte de nuestros quehaceres diarios, mucho más en estos tiempos en los que la información que obtenemos a través de ella se convierte en imprescindible para prácticamente desarrollar todas las actividades que realizamos los seres humanos.
Son iniciativas muy positivas, ya que estas actividades en el aula permitirán al educando:
� Incentivar y desarrollar en los estudiantes del Subsistema de Educación Regular y en la población boliviana el hábito de la lectura y la escritura comprensiva y producción de textos, incluidas las capacidades de la escucha, el habla, la lectura y escritura en las y los estudiantes inherentes a sà mismos y a su formación integral.
� Hacer de la o el estudiante el promotor de la lectura en el núcleo familiar como actividad cotidiana de carácter formativo en el desarrollo de las dimensiones del ser, saber, hacer y decidir.
Como componentes de este espacio de lectura se generan los siguientes ámbitos:
Lectura en el aula.- Este espacio podemos llegar a interpretarlo de la siguiente manera, en el inicio de la clase, la maestra o maestro prepara un contenido relacionado con su área de conocimiento, el que es leÃdo por los estudiantes, quienes luego describen lo que comprendieron, plantean preguntas y recurren al diccionario para aclarar o verificar aquellas palabras cuyo significado no hubiera sido entendido.
