Miercoles 07 de diciembre de 2016

ver hoy















































De pronto, porque los paÃses vecinos desconfÃan de Bolivia, hay excedentes de gas natural que nadie sabe cómo usar.
Argentina y Brasil han decidido pedir menos volúmenes, en un ejercicio para ir descartando a Bolivia como proveedor, y están provocando este sobrante.
Entre los dos compradores están pidiendo 32 millones m3/d, que es la mitad de lo que se produce. Con la demanda interna se llega a 42 millones, pero siguen sobrando 20 millones.
¿Qué hacer? Destinarlos al Mutún no tiene sentido porque, sinceramente hablando, no hay garantÃa de que se pueda seguir contando con ese volumen.
Argentinos y brasileños llegaron a la conclusión de que Bolivia no es un proveedor confiable, y han comenzado a tomar previsiones. Son paÃses donde por lo menos esas cosas las manejan con seriedad.
Saben que la producción de gas en Bolivia irá cayendo conforme pase el tiempo y pronto declinará tanto que no tendrá ni siquiera para el consumo interno.
También saben que las inversiones en explotación no son suficientes y no quieren seguir dependiendo de un proveedor inseguro.