Si se tuviese que adecuar el sistema de salud del país, a lo que manda la Constitución Política del Estado (CPE) habría que convenir en el hecho de que toda la ciudadanía en absoluto tiene el derecho a la atención médica gratuita y en centros hospitalarios debidamente implementados, tanto en infraestructura, equipamiento clínico y sobre todo con personal calificado y especializado.
Cuán lejos estamos de que se cumpla esa determinación constitucional, por lo mismo sólo una mínima parte de la población accede a ese sistema de la salud pública que entre otras cosas es el de menor infraestructura, equipamiento y el que tiene menor cantidad de personal especializado.
Hay que reconocer que en el último tiempo se han hecho algunos avances para mejorar la infraestructura hospitalaria del sector público, se ha dispuesto la construcción de varias unidades hospitalarias de segundo y tercer nivel, sólo en dos casos hospitales de cuarto nivel y al mismo tiempo refacciones y modernización de vetustos hospitales como el de Oruro, por ejemplo.
Sin embargo, de acuerdo al criterio de especialistas, el esfuerzo oficial mejorará en parte la atención de salud pública, pero no alcanzará a cumplir objetivos de servicio general de salud, un hecho que por el natural crecimiento poblacional será muy difícil de cubrir en el molde idealizado de la salud pública generalizada.
Hay que buscar alternativas medias, dicen los entendidos, para que los servicios de salud, como funcionen actualmente, sean más eficientes, pero sobre todo cumplan el requisito de beneficiar a más gente, con buenos servicios, con mayor implementación y con mejores profesionales.
La Caja de Salud, tiene un enorme contingente de asegurados en todo el país y se mantiene con los recursos que generan los trabajadores asalariados en su generalidad, además los jubilados y rentistas que siguen aportando para recibir buena atención en el cuidado de su salud personal y de los familiares directos en los centros hospitalarios, que también crecen y mejoran su atención con modernos equipos y la contratación de médicos especialistas.
Sin embargo este otro sistema de atención de salud colectiva, tampoco alcanza los niveles óptimos que desean los asegurados, hay fallas en los sistemas de orden administrativo que hacen penosa la atención de pacientes, faltan consultorios y médicos, unidades de análisis y revisiones especiales, que se cumplen después de prolongada espera de pacientes por días y semanas.
Están luego los centros privados de salud, que ofrecen mayor cobertura en el tratamiento de enfermedades, cuentan con moderno equipamiento y suman un personal de medicina general y variadas especialidades, no todas, pero con ventaja sobre los centros de salud pública o del seguro social, la diferencia está en los gastos por servicios y medicamentos, se pagan al contado.
Como se puede apreciar, en nuestro medio, lo de la salud gratuita y general, es sólo parte de una buena intención socio - política, difícil de implementarse, por lo mismo es mejor "pisar tierra firme" y establecer una abierta coordinación de todos los sistemas de salud, para cumplir con esa obligación ineludible de cuidar la vida y bienestar de la población con servicios médicos que tengan calidad y calidez, pero además que se ajusten coordinadamente con sentido social a las posibilidades de la comunidad, haciendo que la salud no sea objeto y fin de mero mercantilismo.
Fuente: LA PATRIA
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