La inversión extranjera todavía mantiene un nivel preocupante

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Según los datos del Banco Central de Bolivia (BCB), el descenso en la denominada Inversión Extranjera Directa (IED), cayó debido a la baja en las utilidades de las empresas inversionistas por el registro paralelo en la caída de los precios de minerales, lo que mostró un preocupante nivel en el primer trimestre del año en curso, que no logró aún recuperar un porcentaje aceptable.

Los datos que se publicaron con relación a este proceso, señalan que la IDH bajó en 73% hasta marzo de la gestión actual con un registro alarmante desde 272.2 millones a sólo 72.8 millones de dólares. El movimiento en parte de la gestión recibió un flujo positivo de IED consistente en 228 millones de dólares, aunque fue menor a lo que se percibió un año antes en el mismo periodo. La baja cotización de las materias primas influyó en el proceso de menores ingresos.

En lo que corresponde a minería, la caída fue de 32,1 a 5,1 millones de dólares, que se considera un bajón considerable en la IED. Se considera que la minería fue la que mayor reducción tuvo en términos reales al registrar un 84 por ciento de bajada.

Si bien los datos de comienzo de año, eran alarmantes, se preveía una mejora de las inversiones externas en la medida que los precios tengan incrementos, así sean leves pero que puedan materializarse en el curso de los meses siguientes, tal como sucedió desde medio año y se sostiene a la fecha.

Este proceso considerado "natural" por los economistas, confirma la inexorable desaceleración de la economía boliviana que como se sabe hasta el año pasado tenía un crecimiento positivo de 4,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). La baja en los hidrocarburos y en los minerales, marca el movimiento de la economía nacional, la que hacia fines de la gestión podrá mejorar su índice, dadas las mejores condiciones de Inversión Extranjera Directa.

Las causas para el descenso de ingresos vía inversión externa, se justifica en la situación de la economía mundial que determinó una disminución de los flujos de capital, fenómeno que alteró las finanzas, no sólo de Bolivia, sino de la mayoría de países de la región. La tendencia se mantuvo hasta pasado el semestre de este año, cuando los nuevos índices marcan una lenta mejoría de las IED.

Se espera que al cierre de la gestión, se oficialicen los datos, sobre una segura inyección de capitales al país. Lo que sucedió en los meses pasados de la gestión anterior es el reflejo de la condición de auge en la que se desarrollaban nuestras operaciones especialmente con el uso de nuestras materias primas.

Hay optimismo porque en el futuro mejoren las condiciones financieras para alentar más proyectos de exploración, tanto en el rubro de hidrocarburos y búsqueda de gas, especialmente, como también en la prospección de nuevos yacimiento mineros. Los dos rubros que sostienen con mayor incidencia el presupuesto financiero nacional.