Viejas e incómodas vagonetas prestan servicio a la población
11 may 2010
Fuente: LA PATRIA
Intolerancia de chóferes que transportan pasajeros incluso, parados.
La ciudadanía orureña en general, está molesta por el deficiente servicio de transporte de pasajeros que prestan los minibuses, con viejas, malolientes, incómodas y destartaladas vagonetas, que han sido modificadas incrementando asientos inseguros en una situación que sólo se ve en Oruro , según rápida encuesta realizada por periodistas de LA PATRIA.
De ésta realidad están conscientes ejecutivos y concejales munícipes, que están a punto de dejar sus cargos, sin haber considerado en muchas de sus sesiones situaciones denunciadas por la ciudadanía y sólo trataban “temas de poca importancia y de interés personal”, según se puede evidenciar en las actas existentes.
El Alcalde y los concejales, “han pagado la factura a los transportistas de servicio urbano, por los favores recibidos”, sin haber analizado sobre el estado desastroso de los minibuses y sin haber planteado la necesidad de velar por la seguridad, el confort de la ciudadanía que utiliza esos servicios, dijeron los disgustados residentes, esperando que el nuevo Gobierno Municipal, asuma la responsabilidad de proteger a la ciudadanía, que es una de sus tareas fundamentales.
Añadieron que en otras capitales departamentales, las autoridades municipales exigen vehículos con sólo diez años de antigüedad para el servicio de transporte público de pasajeros, entre tanto en Oruro, existen vagonetas de modelos que datan del siglo pasado, completamente destartaladas, con puertas que no se pueden cerrar, ventanas que no se pueden abrir y cuyos vidrios en muchos casos se encuentran destrozados, y se hallan totalmente modificados con la inclusión de más asientos, además es evidente la de falta de aseo personal de muchos chóferes como de los motorizados.
COMPLICIDAD
La población orureña, ve en las autoridades de Tránsito total complicidad con las municipales pues en ninguno de los casos exigen, como es su obligación, vehículos que garanticen la seguridad ciudadana en el transporte, asientos cómodos y limpios, que no tengan frazadas viejas y rotas, así como trapos que cubren los asientos, completamente sucios y llenos de grasa.
La queja va más allá, cuando los vidrios de los parabrisas delantero y trasero, así como los laterales, no son de seguridad, al haber sido cambiados con vidrios corrientes triples, que son altamente peligrosos para los ocupantes de las vagonetas, porque constituyen un elemento sumamente peligroso, en casos de accidente, que podrían producir heridas cortantes en los pasajeros.
“No nos identificamos, por los peligros que corremos, por represalias que los afectados realizarán”, señalaron las personas que aseguran “estamos saliendo en defensa de la población, mayores, niños y ancianos, que a diario utilizan los mal llamados minibuses”.
Añadieron que las autoridades y efectivos de Tránsito, exigen a los propietarios de vehículos particulares que se aproximan a una inspección, los mínimos detalles, pero cuando se trata de vehículos de servicio público, entregan las rosetas de inspección directamente a los dirigentes, sin importar las condiciones reales de las movilidades. Dijeron que es “en gratitud al aporte económico diario que realizan los sindicatos a las autoridades de Tránsito, que los chóferes de esos servicios, en casos de accidente o la comisión de delitos, son favorecidos de cualquier forma con el fallo técnico, resultando afectados taxistas o propietarios de vehículos particulares”.
Comentaron que en otras capitales departamentales, el servicio de transporte público de pasajeros, es pulcro y con vehículos motorizados modernos, que tienen sólo diez años de antigüedad. No son sometidos a ningún tipo de reforma de sus asientos y sus ventanas se pueden abrir o cerrar libremente, además de que están limpios y presentables, hecho que no ocurre en Oruro, donde vagonetas destartaladas son traídas del interior del país y considerar así a Oruro un “cementerio de chatarra”.
Finalizaron observando que a un vehículo diseñado para doce pasajeros, incluido el chofer, en Oruro, se lo reforma para transportar 18 y 20 personas, completamente incómodas y para el colmo, los choferes permiten personas paradas, sin que autoridad alguna regule este hecho, “que pone en riesgo y peligro a la población”.
Fuente: LA PATRIA
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