Tras el protocolo de Ilo

Los perjuicios que con inusitada frecuencia ocasionan los funcionarios portuarios en Chile con el paro de sus labores regulares, afectan directamente no solo a los transportistas, sino también a industriales y comerciantes bolivianos, al no recibir o enviar oportunamente importantes volúmenes de diversa carga, generando pérdidas cuantiosas que, lamentablemente, no restituye el gobierno chileno.

En los pasados días, nuevamente se produjo un paro laboral portuario y otra vez centenares de vehículos quedaron varados en la carretera, esperando pasar por los controles aduaneros que se encontraban cerrados.

Una vez más y aunque lo nieguen las autoridades chilenas, lo que sucede es un flagrante atentado al Tratado de 1904, pero además se vulneran normas internacionales sobre el respeto al libre tránsito en áreas de actividad portuaria. Los problemas internos de tipo salarialista en Chile debería ser atendido de forma interna con todos sus empleados "reclamantes", disponiendo además y de manera obligada el cumplimiento de turnos para la atención de trámites portuarios que no deberían ser paralizados bajo ninguna circunstancia.

Hay necesidad de establecer operaciones en otros puertos y en la coyuntura están los peruanos, caso de Matarani y el de Ilo, este segundo destino que los bolivianos esperan ansiosos y cuyo uso podría cristalizarse en corto tiempo, tomando en cuenta la promesa del Presidente Pedro Pablo Kuczynski, que se comprometió a gestionar la puesta en vigor del Protocolo de Ilo, que se mantiene "archivado" en el Congreso peruano desde el 2012.

Una vez que el Protocolo sea ratificado en el Perú, se darán las condiciones más apropiadas para que Bolivia pueda utilizar el Puerto de Ilo para el tránsito de toneladas de mercadería de llegada y de salida, volumen que actualmente da vida al puerto de Arica, donde se reconoce que casi el 80 por ciento de operaciones corresponde al doble carguío que genera Bolivia, pero que lamentablemente se altera con las frecuentes interferencias que vulneran tratados y derechos portuarios, consignados y refrendados en el Tratado de 1904.

Sobre el tema portuario, los perjuicios para transportistas bolivianos con los paros laborales que se producen en la zona chilena, la alternativa de solución se dará cambiando destino de operaciones a los puertos peruanos, especialmente al de Ilo, donde además nuestro gobierno tendría que realizar una fuerte inversión para poner en marcha un puerto boliviano, en territorio peruano, con la cesión de una salida al océano Pacifico, por un tiempo de 99 años, en el puerto Boliviamar.

Los exportadores bolivianos se han manifestado abiertamente sobre el tema, sugiriendo que el país administre el Puerto de Ilo en el Perú, en base a una licitación que fue lanzada no hace mucho, aunque su plazo venció pero sin proponentes a la vista. Las circunstancias actuales pueden favorecer estas expectativas, siempre y cuando se agilite la ratificación del Protocolo de Ilo. Para la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), invertir en el Puerto de Ilo puede ser un negocio rentable.

Fuente: LA PATRIA