Lunes 21 de noviembre de 2016

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"Antes el pejerrey alcanzaba los 50 y 60 centímetros con un peso de un kilo hasta un kilo y medio, pero ahora, solamente podemos pescar muy rara vez un pescado así, los peces están desapareciendo por la escasez de agua y el trabajador ya no puede cubrir los gastos de la familia", afirmó Froilán Tapia, poblador de la comunidad de Santo Tomas, aledaña al lago Uru Uru.
Froilán es uno de los afectados por la sequía en el lago Uru Uru, gran parte de su vida la dedicó a la pesca en ese humedal, cuando su caudal, además del lago Poopó, superaban los tres y cuatro metros de profundidad en la década de los años 60 y 70, al igual que afiliados a 30 cooperativas pesqueras.
En el lago Poopó esta actividad se redujo a la mínima expresión, haciendo que varias cooperativas dejen su actividad de manera definitiva, una de las afectadas fue la población Uru que implementó criaderos de peces para subsistir con esa actividad, pero que a la fecha es muy difícil, por la escasez del agua y las altas temperaturas durante el día, ocasionando que los peces mueran en los mismos criaderos.
Fuente: LA PATRIA