Los días pasan y las dudas crecen

Lo que está pasando no sólo en Estados Unidos sino en un contexto internacional, es que el triunfo, inesperado para muchos y sorprendente para otros, del candidato republicano Donald Trump, coloca a la gente frente a una situación de marcada incertidumbre, al saberse de ciertas intenciones de la política externa del futuro mandatario, con relación a la situación de muchos hispano parlantes, pero de manera generalizada de miles de latinoamericanos que en busca del "sueño americano" tratan de ubicarse en "el país de las maravillas".

Hay quienes no logran entender el resultado que se dio en las elecciones del país del norte, el procedimiento y el sistema, altamente democrático, pero en el que no cuenta de manera directa el voto ciudadano y un "colegio" electoral que cuenta la representatividad de Estados, resuelve porcentualmente al ganador del comicio electoral. En el último de Norteamérica, la candidata demócrata logró más votos en las urnas que su oponente republicano, pero perdió la silla en la Casa Blanca.

De aquí adelante hay muchas cosas que realmente preocuparán a gobiernos que por muchas razones no sienten seguridad en las relaciones futuras, las mismas que pueden o no tener demasiada dependencia de la política financiera que aplique el controvertido empresario, agregando ciertas medidas severamente graves, como la expulsión de miles de "indocumentados", la construcción del muro en la frontera con México, cambios en la estructura impositiva de su país y la aplicación de medidas inéditas - como él mismo lo dijo- para frenar las acciones del terrorismo internacional, al que seguramente aniquilará sin medida ni clemencia.

No se pueden desconocer dos factores postelectorales que dominan el ambiente interno en USA, por un lado la posición radical de una "clase blanca" que piensa en la recuperación de su tradición conservadora, en la que negros y "morochos" por decirlo de manera concreta, están fuera de los planes de integración de una población que crece diariamente en el país más rico del orbe. Por otro lado la reacción de quienes se sienten perdidosos, no sólo en las elecciones y la postergación del avance de medidas favorables, en democracia, para millones de latinos, que han cambiado la configuración social del "amo capitalista".

La situación es tensa, la designación de ministros y entre estos personajes muy radicales en su política de preeminencia de la clase dominante, que según recuerdan las nuevas generaciones, marcó una división racista que puede tomar fuerza en un gobierno como el que no acaba de definir el ganador Trump.

Manifestaciones de rechazo al triunfo del magnate "blanco" siguen ocurriendo en ciudades norteamericanas, especialmente en Nueva York, aunque los analistas señalan que si bien la protesta se deja sentir, no será factor que sirva para cambiar el resultado del Colegio Electoral, que ya definió la designación del nuevo presidente de EE. UU.

La política internacional, que vaya a desarrollar, es entre las muchas dudas la mayor, sencillamente por los anuncios anticipados de cerrar "algunos acuerdos" que no entran en su línea radical, especialmente con los países emergentes en una nueva línea de amplia democracia, pero más que eso, de reconocimiento y práctica de muchos valores y derechos ciudadanos.

Fuente: LA PATRIA