Que se vayan a vivir a otro planeta

En el sentido de la Naturaleza humana, la mujer es uno de los bienes preciados fundamentales. La mujer, desde que los primeros migrantes del "homo sapiens" salieron de África, hace 150-200 mil años, se ha constituido en una base necesaria y vital de la evolución de la especie, aún en un proceso contradictorio e injusto que la condenó a prácticas históricas aberrantes supo ganarse su lugar. Grandes mujeres fueron gobernantes, científicas, libertadoras, reformadoras sociales y tantas otras que se desenvolvieron con brillantez, sin exigir privilegios de género en el ejercicio de sus capacidades innatas y adquiridas. Cómo olvidar a Marie Curie, Juana Azurduy, Rosa Luxemburgo, Eva Perón, Indira Gandhi, además de toda una pléyade de admirables personas que nunca pensaron en haber sido discriminadas, sino en cómo hacer para aportar a la Humanidad y se supieron imponer con inteligencia y tacto a pesar de muchísimos machistas.

Se debe partir del hecho de que la mujer sufrió abusos en el pasado, pero no solamente ella, sino los desposeídos en general. Que, a partir de muchas luchas pudo lograr conquistas, es cierto, y muchísimos hombres apoyaron. Ahora, después de que satisfechas muchas reivindicaciones, las cosas asumen límites peligrosos es necesario manifestarse. Las mujeres, en su generalidad, han alcanzado grandes sitiales pero por sus méritos, por su capacidad y sacrificio laboral e intelectual. Para ello no han necesitado de normas tergiversadas que han distorsionado el tema de género. La igualdad, en su sentido genérico, se refiere a oportunidades y no a puestos. Con la actual Constitución en Bolivia, y sus leyes conexas, se pretende que la mujer adquiera cargos por su condición de género y no por su capacidad, lo cual perjudica a su propia condición. Mujeres mediocres se campean en loa Administración Pública. Ministras absolutamente incompetentes hacen y deshacen. ¿Y las realmente preparadas?: ¡Que se busquen la vida!

Y el tema del feminicidio, delicado, pero necesario de ser analizado: ¿Si hay igualdad de género, por qué una figura especial para las mujeres matadas circunstancialmente o asesinadas? Estos casos representan apenas el 1%, quizás menos, de homicidios o asesinatos, sin embargo, cuando en una situación de emoción violenta se mata a una mujer ya no se trata de la figura de homicidio, sino de asesinato. En el Código Penal ya estuvieron previstas las agravantes. Entonces, ¿por qué de este privilegio que no soluciona el problema, sino que lo agrava? Ahora, por una simple riña donde ambos se agreden y golpean, el hombre va y permanece en la cárcel por 24 meses sin acusación fiscal, lo que es común, y 36 meses sin sentencia judicial. Es una aberración jurídica y humana. ¿Y si la mujer despechada se autoinflige heridas, a quién le creen? A ella misma. El hombre está condenado "ex ante". ¿Dónde está la justicia? El homicidio o asesinato de una mujer ya estuvieron tipificados no de manera especial sino general y los que piensan que solucionan el asunto favoreciendo supuestamente a la mujer lo agravan, provocando la destrucción final de la familia.

Habría que ponerse en el caso de hombres maltratados, los que por temor a la justicia parcial se callan, a pesar de múltiples maltratos psicológicos. Para terminar, las feministas recalcitrantes se oponen inclusive a un piropo inocente y romántico y lo califican de acoso, ya ratificado pseudolegalmente. El piropo y la exhibición de fotografías con desnudos de mujer, figura histórica normal, plantean situaciones donde el hombre debería ser excluido del sistema social por promiscuo, pervertido y violador. Es una barbaridad. Entonces, que las feministas radicales, sosías de los machistas que deberían ser juzgados y condenados, se vayan a vivir a otro planeta. Sin hijos e hijas, envejecerán y se disolverán. Entre mujeres y hombres debería preservarse el romanticismo y la relación de dos no iguales, sino complementarios.