Sábado 19 de noviembre de 2016
ver hoy
Muchas personas suelen hablar de un dolor muy fuerte en el pecho, de un vacío en el estómago, o de sentir que les va a explotar la cabeza. Un sufrimiento que aparece después de haber vivido una situación traumática. No hace falta haber pasado por una desgracia tan grave como la muerte de un ser querido. Basta con sentirse excluido en un momento determinado. Y de acuerdo con recientes investigaciones, este dolor emocional puede convertirse en un dolor físico más intenso que el que pueda provocar cualquier herida.
El 75% de las personas muere con dolor emocional en España. Tres de cada cuatro personas mueren con dolor emocional por no recibir cuidados paliativos según un informe elaborado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) junto con la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (Secpal). Daniel Griffin perdió a su mujer en 2009 tras una larga lucha, y reconoce que después de tantos años de enfermedad sufría un agotamiento inimaginable. "Estábamos viviendo como en una guerra, con una sensación constante de agobio y hostigamiento." Griffin también comentó que por culpa de las necesidades físicas y psicológicas que tenían, se sentía muy egoísta. Pero gracias a la ayuda que recibió consiguió reducir el dolor. "Hubo momentos en los que no podía más y acudí a la ayuda psicológica, que me ayudó a sobrellevar esa situación límite. Por ello, es necesario que todas las personas que están pasando por una situación similar reciban este refuerzo, porque no sólo se trata de un apoyo físico, sino también psicológico".