Viernes 18 de noviembre de 2016
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Dependiendo de quién lo diga, la frase puede tener mayor o menor resonancia, puede delatar situaciones muy comprometedoras o puede pasar sencillamente como un comentario más sobre lo mucho que se habla de la minerÃa y sus grandes problemas.
Pero cuándo un ex ministro de minerÃa y actual asesor en la Comibol afirma que Karachipampa y Huanuni, son las dos grandes frustraciones de la Comibol, es que se reconoce necesariamente un hecho negativo que es parte de una larga gestión en la que no se ha podido revertir ese par de problemas, que aún persisten y que realmente preocupan.
La circunstancia, poco feliz por supuesto, genera interrogantes sobre un periodo de 10 años, con varias autoridades en el Ministerio de MinerÃa, otras en la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) y en ambos organismos, viceministros y una suerte de asesores, a quienes habrÃa que preguntarles qué es lo que pasó en distintos periodos, en los que además de Karachipampa y Huanuni, de manera general la minerÃa no puede reactivarse.
Si bien para otros analistas, conocedores del tema, la situación es diferente en cada caso, por ejemplo Karachipampa, el elefante blanco que camina lentamente tiene su gran problema en la obsolescencia de sus equipos, en las fuertes gastos en que se incurre aún al presente, con la esperanza de que de algún modo pueda readaptarse su funcionamiento para producir lingotes de plomo y plata con alta calidad de exportación. En el caso de Huanuni, el problema es la caÃda de precios internacionales, su poca y lenta recuperación de utilidades y su gigante obligación socio - laboral con una planilla extremadamente cargada.