El 8 de noviembre de 2016 en los Estados Unidos tuvo lugar la "madre" de todas las batallas, en la insurrecci贸n que los nuevos electores han declarado contra el establishment y sus mecanismos de legitimaci贸n, a lo largo y ancho de todo el planeta.
Las elecciones norteamericanas fueron el 煤ltimo y m谩s contundente de una serie de reveses de opini贸n pol铆tica que los electores les propinaron a los mecanismos de anticipaci贸n de sus sistemas pol铆ticos. Le precedieron la rebeli贸n brit谩nica del Brexit, el rev茅s colombiano al "plebiscito por la paz" de Santos y, a煤n m谩s temprano, la "inesperada" victoria presidencial en Argentina de Mauricio Macri contra el desahucio de las encuestas.
Es una insurrecci贸n contra el imperio de las narrativas oficiales y sus mecanismos estad铆sticos contenciosos; es contra el "De qu茅 se trata esta elecci贸n" que el discurso oficial sol铆a imponer como marco de los procesos electorales y contra la denostable pr谩ctica de producir artificiosamente opini贸n p煤blica para condicionar la opini贸n pol铆tica de los ciudadanos.
Es, en suma, una subversi贸n del elector contra las encuestas de opini贸n pol铆tica.
Y es que el sistema pol铆tico y la industria cultural pervirtieron las encuestas, de instrumento cient铆fico para colectar el estado de la opini贸n a mecanismo psicol贸gico para inducir al cambio de comportamiento electoral; un proceso orientado a la producci贸n artificial de "preferencia" y "aprobaci贸n", dos 铆ndices que construyen a su vez gobierno y gobernabilidad.
En una revoluci贸n en que la toma de posici贸n del elector no est谩 m谩s condicionada o limitada por la oferta informativa de la media o por la "racionalidad" de las posibles alternativas que sus sesgos dibujan.
Los insumos de datos con que el elector alimenta su proceso de toma de decisiones tienen hoy posibilidades infinitas en la red. Mientras una nueva "guerrilla digital" de Swartz, Snowdens y Assanges libera cientos de miles de megas con informaci贸n clasificada, que desbaratan la virtud de las narrativas que los gobiernos pretenden instalar como marco para nuestras decisiones.
La decisi贸n de los ingleses de "salir de la Uni贸n Europea", o la de los colombianos de "oponerse a la paz" o el respaldo incontrovertible de EE.UU. al "pol铆ticamente incorrecto" Trump, est谩n fundamentadas en una voluntad que rechaza el marco narrativo con que el poder pretende estereotipar una posible decisi贸n popular adversa a su "racionalidad".
Ese mecanismo, que oper贸 ininterrumpidamente desde mediados del siglo XX, qued贸 expuesto, y las audiencias mostraron haber desarrollado una notable "inmunidad" a ellos.
Pat茅tico el "mea culpa" de Cooper, Blitzer, Van Jones, Ramos y tantos otros "analistas medi谩ticos", tratando de mostrar como "error de interpretaci贸n" el grosero intento de alterar el estado de la opini贸n previo a los comicios estadounidenses. Y no es algo nuevo. Las encuestas medi谩ticas tienen el prop贸sito de incidir y funcionalizar el proceso de toma de decisiones pol铆ticas de los individuos mediante la producci贸n de "tendencias de opini贸n p煤blica" compatibles con la reproducci贸n del orden establecido.
Pero hay noticias para el establishment y la media: Se ha declarado una insurrecci贸n contra la doxa y sus sentidos comunes, contra la industria cultural y su manufactura en l铆nea de la opini贸n p煤blica, contra la dictadura de las "tendencias" electorales impuestas por las narrativas y las cifras "oficiales".
Es una rebeli贸n global contra el poder s铆, pero es antes una rebeli贸n "millennial" contra la "caja boba", sus payasos y su carnaval de cifras y pirotecnia.
Maestrante del programa de "Gobernanza y Comunicaci贸n Estrat茅gica" de la GWU
Fuente: Por: Erick Fajardo Pozo
Para tus amigos:
隆Oferta!
Solicita tu membres铆a Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edici贸n diaria disponible desde las 5:00 am.
- Peri贸dico del d铆a en PDF descargable.
- Fotograf铆as en alta resoluci贸n.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.