"Marcas" de dolor

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El rostro desfigurado, huellas de mordiscos en el pecho, manos y brazos con moretes por la brutalidad de la golpiza, la cabeza hinchada por las patadas que recibió y sellos por varias partes del cuerpo, como dando a entender que la víctima era propiedad de su agresor.

Así estaba el físico de una joven de 24 años, quien la madrugada del lunes fue golpeada brutalmente por su concubino, el motivo fueron los celos.

Hace seis meses, Beatriz (nombre supuesto) conoció a Jaime de profesión abogado, de esa amistad nació una relación y en corto tiempo parecía que todo iba "viento en popa". Tres meses después ambos decidieron convivir y alquilaron una habitación en la zona Este de la ciudad.

Cuando todo estaba aparentemente bien, Beatriz sufrió una primera agresión, una patada que su concubino le dio en la cabeza. Aquel hecho ocurrió en la casa de su madre. La víctima pensando que era un exabrupto lo dejó pasar.

Allí, él decide darse una oportunidad con ella, pide volver y comenzar de nuevo. Beatriz acepta y posteriormente ambos deciden ir a ver el Primer Convite a la plaza 10 de Febrero.

Pasaron un momento sinigual hasta casi la medianoche. Ella consumió algunas bebidas alcohólicas como fruto de la emoción, pero él prácticamente no bebió.

Cuando llegó esa hora, ambos deciden recogerse, pero no se van a su habitación, sino a la casa de la mamá de Jaime. Era la una de la madrugada del lunes cuando llegaron allá para descansar.

AGRESIÃ?N

Una vez dentro, cambia su carácter el varón y comienza a reclamarle una serie de situaciones a su pareja, recriminándole desde las ex parejas que tuvo e incluso el hijo que nació años antes de conocerla.

No contento con ello, la forzó hasta abusarla sexualmente y posteriormente la golpeó sin medida ni clemencia, se puso sobre ella reduciéndola para que no pueda defenderse, le dio de golpes en el rostro hasta hacerle sangrar la nariz y desfigurarla por la brutalidad en la que actuó.

Asimismo, comenzó a morderla en el pecho, dejándole huellas que no sanarán en mucho tiempo. Trató de sofocarla con un edredón. Luego agarró un bañador con agua y con su pañuelo comenzó a limpiarle el rostro, como tratando de borrar los golpes que le dio.

Tras calmarse unos instantes volvió a golpearla, dándole un par de patadas en la cabeza que casi le hizo perder el conocimiento y no contento con ello, comenzó a marcar su cuerpo semidesnudo con su sello personal de abogado.

Asimismo, la encerró en la habitación. Ella gritó en todo ese ínterin, pero nadie la auxilió. A las 08:00 horas del lunes, intentó escapar de la casa situada por las calles Herrera y Potosí, sin embargo, una vez más fue intimidada.

En ese momento apareció la madre del agresor y al principio trató de apiadarse de la mujer, pero con los argumentos de su hijo se alegró y por el contrario terminó recriminando a la agredida.

FELCV

Tras esa discusión, ella escapó para pedir auxilio y denunciar el hecho a las autoridades. Se acercó a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv), sin embargo, el personal de turno no quiso recibir la denuncia, porque supuestamente la acción no fue denunciada "en flagrancia".

Más tarde recurrió al Ministerio Público que sí asumió la investigación del caso y estableció que una funcionaria de la Felcv se encargue del actuado para esclarecer este hecho, que según esta entidad policial, tipificó el caso como violencia familiar. La víctima tiene 11 días de impedimento y podría ampliarse a más días, según estudios especializados que le hagan a la víctima.

Fuente: LA PATRIA