Habitualmente, las campañas polÃticas centran sus esfuerzos en la producción de imágenes favorables en torno a los candidatos en competición. El caso de la elección presidencial del 8 de noviembre de 2016 en EE.UU., no ha constituido la excepción y durante la campaña electoral se han producido, tanto a nivel verbal como no-verbal, imágenes halagadoras de los candidatos. Sin embargo, a lo largo de esta contienda polÃtica también han emanado representaciones perniciosas que buscan afectar, en mayor o menor grado, la imagen de los circunstanciales oponentes.
La estrategia comunicacional de deslegitimación del adversario se ha presentado vÃvidamente en los tres debates que enfrentaron a Hillary Clinton y Donald Trump ¿Cómo representa Clinton a su adversario? ¿Cómo hace lo propio Trump? Estos eventos polÃtico-discursivos pueden brindarnos una idea de las no muy delicadas imágenes verbales del oponente, formuladas en la recta final de la elección presidencial estadounidense. El uso de pronombres de tercera persona y de nombres propios caracterizan el lenguaje de los locutores en los debates: "él" (he) y "Donald" en las intervenciones de Clinton, y "ella" (she) y "Hillary" en las de Trump. Estos nombres y pronombres al asociarse con otros vocablos construyen, fragmentaria y gradualmente, imágenes desfavorables del adversario para desacreditarlo ante el auditorio ciudadano. Veamos.
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Los nombres y pronombres masculinos, en el caso de Clinton, muestran asociaciones persistentes con sustantivos como "tax" (impuesto, 19 veces), "women" (mujeres, 15 v.) y "war" (guerra, 7 v.). A partir de estos vÃnculos, Clinton puede exhibir ante el auditorio imágenes negativas de Trump como aquella del hombre fraudulento: "No tengo razones para creer que él va revelar sus declaraciones de impuestos, porque hay algo que él está escondiendo" (1er debate); "DeberÃamos pedir que Donald revele todas sus declaraciones de impuestos" (2do debate); "Lo que realmente preocupa es que, en el último debate, nos enteramos que él no ha pagado un centavo en impuestos federales" (3er debate). Otra imagen proyectada en la enunciación de la candidata demócrata es la del polÃtico misógino: "[Ã?l] es un hombre que ha llamado a las mujeres cerdas" (1er debate); "Todos lo vimos y oÃmos el viernes, fue Donald hablando de las mujeres, lo que él piensa acerca de las mujeres, lo que él hace a las mujeres" (2do Debate); "Donald piensa que disminuir a las mujeres lo hace grande" (3er debate). Una tercera representación incluida en la participación de Clinton es la del adversario belicoso: "Ã?l incluso dijo que estarÃa bien si hubiera una guerra nuclear en Asia oriental" (1er debate); "Lo que Donald Trump dice sobre los musulmanes es usado para reclutar combatientes, porque quieren crear una guerra" (2do debate); "Ã?l se molestó e inició una guerra en Twitter porque el presidente mexicano dijo que no pagarÃa esa pared" (3er debate).
En contraste, los nombres y pronombres femeninos en las intervenciones de Trump, establecen reiterados nexos con sustantivos como "years" (años, 17 veces), nombres propios como "Obama" (14 v.) y formas verbales como "lied" (mintió, 8 v.). Una de las imágenes recurrentes a partir de las asociaciones hechas por Trump es aquella que representa a Clinton como una añeja charlatana: "Las cosas de las que ella habla, pudieron haberse resuelto durante los últimos 10 años, cuando ella tenÃa un gran poder" (1er debate); "Ella ha estado hablando de ello por años, como de costumbre, ella habla y nada ocurre" (2do debate); "Todo lo que ella ha hecho es hablar [Â?] y cuando consigue el voto les dice: nos vemos en cuatro años" (3er debate). De la misma manera, otra imagen producida en las intervenciones del candidato republicano presenta a Clinton como corresponsable del terrorismo islámico y la crisis en Medio Oriente: "El Presidente Obama y la Secretaria Clinton crearon una vorágine al dejar Irak [Â?] ISIS se formó en esta vorágine creada por Barack Obama y la Secretaria Clinton" (1er debate); "En Siria migran miles por culpa de Barack Obama; Hillary Clinton desea incrementar la migración en un 550% [Â?] Este será el mayor caballo de Troya de todos los tiempos" (2do debate); "Ella nos consiguió ISIS, porque ella y Obama crearon esa enorme vorágine" (3er debate). Una muy poco halagüeña imagen de Clinton también se produce al momento de representarla como mentirosa: "Ella habló sobre cosas que WikiLeaks acaba de ventilar. Y ella mintió [Â?] ella mintió sobre muchas cosas" (2do debate); "Ella mintió cientos de veces al pueblo, al Congreso y al FBI" (3er debate).
Fraudulento, misógino y belicosoÂ? Charlatana, mentirosa y responsable por la crisis en Medio OrienteÂ? La construcción de estas imágenes se inscribe en una estrategia de deslegitimación discursiva del adversario. Estas tentativas de daño a la imagen pública de los personajes polÃticos, deben apreciarse al interior de un sinnúmero de elementos significativos circu lantes en la esfera pública norteamericana, una multiforme masa simbólica cuya eficacia persuasiva se confirmará con los resultados finales de esta tensa y agria contienda electoral.