Miguel Bellota un jugador con alma de campeón

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Un grito pronunciando, el nombre de su equipo y un suspiro antes de ingresar a la cancha es el ritual que practica en cada encuentro, Miguel Reynaldo Bellota Mejía. Entra al campo de juego como una fiera dispuesta a "matar" a sus rivales y entregarse al máximo para ser ejemplo de sus compañeros y líder de su equipo, esta es la actitud que demuestra siempre como un estilo de vida.

Son dos disciplinas deportivas las cuales enamoraron a este orureño, el voleibol y el básquetbol.

Vio la luz de este mundo el 10 de abril de 1997, su formación escolar la hizo en el colegio Jesús María y ahora combina sus actividades deportivas con el estudio superior en la carrera de Ingeniería de Alimentos de la Facultad Nacional de Ingeniería (FNI).

DEBUT

"Empecé a los ocho años en el básquet y el voleibol. En el voleibol porque toda mi familia es voleibolista y porque mis primos jugaban en el mismo equipo que di mis primeros pasos, San Martín. Y básquet porque igual me gustaba corretear por las canchas, por ello empecé en el equipo de mi colegio como es el Jesús María", manifestó.

A diferencia de otros jugadores, Miguel siempre se puso retos dentro del campo de juego, principalmente para mejorar su nivel, en el caso del básquetbol le gustaba anotar desde los tres puntos, antes que lograr lo más fácil como son los dobles. Mientras en el volibol, su meta al comenzar a jugar fue hacer pasar la pelota al lado contrario, hecho que para un niño aún es complicado por la fuerza.

A los nueve años debutó en el Club San Martín, categoría Infantil. En ese tiempo no había categoría Minis y sus compañeros de equipo eran mayores. Su primo se constituyó en su apoyo.

En el básquetbol tuvo un debut simultáneo, pero su capacidad deportiva lo llevó a integrar rápidamente la selección de Oruro, apenas tenía 11 años.

"Era lo mejor para mí porque era la primera vez que integraba una selección de Oruro", indicó.

Si bien los estudios eran una prioridad en su formación escolar, también lo era el deporte. Ponía fuerza de voluntad para no faltar a ningún entrenamiento y lo hacía todos los días después de clases, alternando las dos disciplinas.

Para Miguel fue importante seguir ese "tren" de vida porque le permitió formarse como persona fuera y dentro de la cancha. Asimismo, recibió el conocimiento que le impartieron sus entrenadores, Fernando Alconini en el voleibol y Willmán Flores en el básquetbol.

"Ellos han permitido que integre sus equipos y que mejore mi juego, tanto en el estudio como en la cancha", afirmó al establecer que se apoyaba autodidácticamente observando videos mediante el canal de YouTube, es así que mediante esas imágenes llegó a conocer a Kobe Bryant, un basquetbolista de la NBA, jugador de los Lakers.

"De él admiraba su forma de juego, no era alto, pero se esmeraba para ser uno de los mejores jugadores", señaló.

RETOS

Los retos en la vida de Miguel continúan. Hay uno especial y es llevar a su equipo San Martín a la Liga Superior, por ahora se constituye en el principal objetivo. Simultáneamente mejorar su nivel de juego en las dos disciplinas para ser tomado en cuenta en la selección boliviana.

Cada partido para él se convierte en algo sagrado, desde la forma de prepararse mentalmente hasta la parte física como también logística. La concentración es la base principal para ese ritual.

A Miguel le favorece la juventud, por ello, pretende ir más allá en sus aspiraciones y todos los días trabaja con sacrificio. Otro de sus sueños es ser tomado en cuenta en algún equipo del interior del país.

Por otro lado, ya saboreó el elixir del campeonato, no solo a nivel departamental, sino también a nivel nacional, lo que le permitió viajar en representación de Bolivia a Colombia en diciembre del 2011. En la cita internacional salieron en el cuarto lugar, si bien no pudo lograr el título, aprendió mucho de esa experiencia y lo más importante fue tener roce internacional.

Es una joven promesa que aún no ha llegado a la plenitud de sus condiciones, pero va por ese camino para constituirse en el mejor.

"Hay que dar el mejor esfuerzo en los entrenamientos, no solo en las prácticas, sino que cada uno también debe hacerlo de manera personal. La dedicación debe ser al deporte que más nos gusta practicar, no por obligación, sino porque realmente nos gusta", manifestó.

Fuente: Por: Dehymar Antezana Periodista LA PATRIA