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Sábado 05 de noviembre de 2016

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Revista Tu Espacio

MODA

Halloween versus "Todos Santos"

05 nov 2016

Por: Lic. Tatiana Mónica Siles Toro - Exclusivo para Tu espacio

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Discutimos y sostenemos debates interminables por la presencia foránea y abrumadora de espantosas criaturas, horrendas calaveras, zombis sangrantes, vampiros, fantasmas y en algunos casos, sensuales o tiernas brujitas con escoba, sombrero y todo lo demás (y también lo de menos, dado el caso). Así lucieron las calles de nuestras ciudades durante la celebración de la fiesta de Todos los Santos de este año a pesar de las numerosas protestas de los sectores más conservadores.

Del otro lado, expresiones religiosas, afanadas madres de familia, parientes de recientes difuntos y desde luego, panaderos y reposteros de nuestro país, preparaban con devoción y mucho amor las tradicionales "tanta wawas" y la exquisita variedad de nuestras acostumbradas masitas, incluidas las escaleras y los caballos para llegar más rápidamente hasta el cielo. En el trayecto, junto a piadosas oraciones, curiosas herraduras, imágenes del sol y la luna traerán suerte y acompañarán a los que ya no están entre nosotros y necesitan llegar al soñado paraíso.

Al parecer, la ola masiva de la celebración de antiguo origen celta y que luego, como todo, cedió al marketing y al comercio norteamericano, (hoy léase chino), va ganando popularidad entre nuestra población y con ello, existe un gran rédito monetario para quienes comercializan desde golosinas, hasta grandes decorados, incluida parafernalia y vestuario simplemente indescriptible.

Recordar a nuestros seres queridos y orar por ellos con una ofrenda, parece ser un acto de amor y de fe inextinguible que debemos preservar; no obstante, tal vez la necesidad de diversión y novedad, la aprobación de los adultos y el entusiasmo de la juventud y la niñez hacen del fenómeno Halloween un hecho irrefrenable que no podemos ignorar.

¿Dulce o truco?... me intercepta un pequeño diablillo de tres años junto a la encantadora brujita de cuatro que me hechiza, mientras sus padres, arrobados por tanta inocencia disfrutan en familia la alegría de los pequeños hasta el momento en que el servicio religioso de difuntos inicie.

Al parecer, la tolerancia será la moneda que nos permita una pacífica convivencia en una sociedad donde se reconcilien el ayer y el hoy.

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