Parlamento de Brasil declara polémica fiesta taurina como patrimonio cultural

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El Parlamento de Brasil declaró el martes los rodeos y el espectáculo taurino de las "vaquejadas" un patrimonio cultural inmaterial del país, semanas después de que el Tribunal Supremo considerase inconstitucionales estos últimos festejos por su "crueldad" hacia los animales.

La votación definitiva tuvo lugar en el Senado, en medio de una gran presión por parte de los ganaderos y vaqueros, que han realizado varias protestas desde comienzos de octubre en reacción al fallo del Supremo.

Las "vaquejadas", cuyo origen se remonta al Siglo XVII, están arraigadas en el noreste del país y son una competición en la que una pareja de vaqueros montados a caballo intenta halar por el rabo a un toro con la intención de derribarlo y tumbarlo patas arriba en un espacio delimitado por dos líneas.

En un alegato a favor del festejo, el senador Roberto Muniz afirmó que los vaqueros derriban y arrastran a los animales "con mucho cariño".

Sin embargo, al declarar inconstitucional una ley regional que regulaba estos festejos en el estado de Ceará, el Supremo consideró que conllevan una "crueldad intrínseca".

El Supremo se basó en informes técnicos según los cuales, los toros suelen padecer fracturas en las patas y el rabo y la ruptura de ligamentos y vasos sanguíneos.

En algunos casos, los toros también sufren problemas en la médula ósea y los vaqueros a veces llegan a arrancarles el rabo, según esos informes.

La nueva ley, una vez que sea sancionada por el presidente Michel Temer, puede evitar que se aplique jurisprudencia que emana de la sentencia del Supremo, que podría llevar a la prohibición del festejo en todo el país.

De forma paralela, en el Parlamento están tramitando una enmienda constitucional para proteger las "vaquejadas" que, si es aprobada, dejará sin efecto de forma definitiva la sentencia del Supremo.

En Brasil se celebran además rodeos, de los cuales el más famoso y multitudinario es el que se celebra en la ciudad de Barretos, en Sao Paulo, que congrega a miles de personas cada año para presenciar la monta de los toros por parte de vaqueros.

Fuente: Brasilia, (EFE).-