Automóviles y el medio ambiente

En la ciudad de Oruro existe un motorizado por cada tres personas, aproximadamente, ya que según el Censo del 2012, la población es de 255.592 habitantes, en cambio los automóviles que existen son aproximadamente 85.000.

Con esas cifras podemos darnos cuenta que el parque automotor que circula por la ciudad de Oruro es muy grande y todos, al menos si se habla del transporte público, buscan circular por el casco viejo, esto hace que el centro histórico de la urbe se vea rebasado en su capacidad, lo que ocasiona tacos o "trancaderas".

Los gases tóxicos que despiden los vehículos perjudican tanto a la salud de las personas como del medio ambiente, inclusive a la atmósfera, pues es un coadyuvante para la destrucción de la capa de ozono, ocasionando que los rayos del sol sea un factor determinante para que se presenten fenómenos climáticos como las sequías y el famoso efecto invernadero.

Lo peor es que, Bolivia, por mucho tiempo fue el botadero de países desarrollados, que enviaban sus autos usados a este país, por lo que muchos vehículos obsoletos y altamente contaminantes circulaban por las ciudades, la ventaja era que el parque automotor era mucho menor al de la actualidad.

Los gases que despedían esos automóviles eran mucho más contaminantes, lo que no exime al actual parque automotor de su responsabilidad en la polución del aire.

De todos modos, existe una prohibición para que se internen carros de más de 5 años de antigüedad a Bolivia, la cual no se cumple a cabalidad, aunque hoy por hoy podemos ver que existen muchos más nuevos que transitan por las calles, de Oruro y de las demás ciudades de Bolivia.

No obstante, la ciudad del Pagador necesita de manera urgente un plan regulador, para paliar la situación contaminante por el smog, se podría aplicar, como paliativo, la restricción de circulación de vehículos por día, según la terminación de sus números de placas de control, como se hace en otras ciudades como La Paz y Cochabamba. Además de explorarse otras soluciones, que el planeta lo está pidiendo a gritos.

Fuente: LA PATRIA