El Mercado Central debe ser realidad

Una vez más quedará postergado el proyecto de construcción del Mercado Central, una obra que la ciudadanía espera con inquietud, ante las constantes actitudes de sectores de comerciantes que muestran oposición al desarrollo del proyecto, con algunos argumentos que pueden considerarse razonables, pero con otros que están fuera de lugar.

El Mercado Central, tiene por objeto la habilitación de puestos de venta para la mayoría de comerciantes que se encuentran ocupando ilegalmente aceras y calzadas en calles y avenidas próximas a los predios de la ex -aduana, donde actualmente se produce el mayor conflicto en la circulación de vehículos y de peatones, un caos impresionante, por una arbitraria decisión de comerciantes para ubicarse en la calle, siendo al mismo tiempo inquilinos y/o propietarios de una gran cantidad de casetas instaladas en parte de los predios aduaneros y que sirven como depósitos, cuando deberían ser puestos de venta, evitando su ubicación en las calles aledañas.

Cuando se analiza el tema, hay quienes presionan desde algunas entidades como las del sector gremial que con sus afiliados, ejerciendo presión, puede como se observa rechazar y postergar el proyecto, desconociendo el criterio y el anhelo de miles de ciudadanos cansados de vivir diariamente el caos que producen los "gremiales callejeros".

Las autoridades deben tomar en cuenta que especialmente este proyecto del Mercado Central, es de proyección importante en la responsabilidad de ordenar urbanísticamente la ciudad, respondiendo a criterios de miles de orureños, los que viven en la ciudad y que no están de acuerdo en que comparativamente un grupo de comerciantes, pueda alterar el curso de proyecto muchas veces postergado.

Ahora bien, si hay observaciones en el tema del diseño final, es obvio que las mismas autoridades acogiendo sugerencias de los comerciantes, pero al mismo tiempo escuchando planteamientos de instituciones representativas del distrito como el Comité Cívico, las juntas vecinales, la COD, el transporte público, pero también las instituciones locales y profesionales, establezcan las condiciones más apropiadas para replantear, corregir, y mejorar el proyecto, de modo que cumpla las condiciones de un primer proyecto que abarca toda la extensión de predios de la ex - aduana, que tenga más de dos plantas, y que se calcule la ubicación de cerca a dos mil comerciantes, en condiciones de comodidad y seguridad, tanto para los que venden, pero particularmente para los que compran.

Lo importante ahora es asegurar la inversión inicial del presupuesto dispuesto para la obra, sin descuidar inmediatas gestiones para obtener un refuerzo financiero que permita cumplir un anhelo de la orureñidad, que espera por mucho tiempo un mercado central moderno, seguro y limpio que alojará en las mismas condiciones a centenares de comerciantes que actualmente son causantes de mostrar ante propios y extraños, la imagen más deprimente de organización urbanística.

Cualquier rediseño, debe cumplirse en tiempo límite, sin que tal medida sea impedimento para, entiéndase bien, el inicio de obras en toda la superficie que aún ocupa la ex - aduana.

Fuente: LA PATRIA