La seguridad ciudadana es un tema de no acabarse, es el descubrimiento de más contingencias cotidianamente, la observación de problemas enormes que se pretenden solucionar con medidas pequeñas. La comunidad está muy preocupada con hechos delincuenciales permanentes, con accidentes fatales en las carreteras y con incumplimiento a normas vigentes en las ciudades.
En verdad que hay un caos que compromete a las autoridades de todo nivel que no pueden ordenar la ciudad y en medio de tal desorden es natural que las condiciones de seguridad sean restringidas, en la misma dimensión en que faltan medidas severas para sancionar a todo tipo de infractores a la Ley.
Es clara la preocupación de la población cuando se producen accidentes en cadena, con víctimas fatales y heridos al por mayor, no sólo por imprudencia de conductores, además por las características de carreteras estrechas que -es lo peor- carecen de una adecuada señalización, vertical y horizontal que sea colocada profusamente para tener alertas a los conductores de todo tipo de movilidades, pero especialmente a los de flotas y camiones, los más peligrosos por su forma de conducir.
No sólo se trata de accidentes en carreteras, ya lo decíamos, hay otros factores negativos que afectan la seguridad de las personas en las ciudades y en la nuestra con peligrosa frecuencia. Son los ataques de sectores vecinales contra ciudadanos indefensos que quieren tener casa propia o instalar servicios básicos como agua potable o electricidad. Se impone la presión política alentada por belicosos dirigentes que además hacen gala de prepotencia al ostentar cargos coyunturales de orden partidario, a los que accedieron por la presión en sectores vecinales. Los enfrentamientos frecuentes dejan secuelas.
Hay inseguridad ciudadana cuando en sectores céntricos se permite la presencia de jovenzuelos que consumen bebidas alcohólicas y en algunos casos que conducen peligrosamente sus vehículos poniendo en riesgo a los viandantes ocasionales que se atraviesen en su camino. Ya hubieron afectados
El descuido o posiblemente las restricciones presupuestarias en el Municipio impide que se atienda el pedido de mejoras en barrios marginales donde se carece de adecuado alumbrado público y de calles medianamente transitables. La oscuridad de la noche es aprovechada por los delincuentes.
Para remate de los problemas parecería que a los delincuentes ya no les asustan las leyes, hay muchos reincidentes que pese a tal situación reciben premio a sus fechorías cuando en el Ministerio Público les devuelven libertad sin exigencia de garantías seguras para que no vuelva afectar la seguridad de personas o la propiedad privada.
Dadas las características sólo de una parte de hechos preocupantes tiene que buscarse soluciones precisas partiendo de la aplicación de mano dura contra todo tipo de infractores, además de implementar un programa integral de reformas tanto en su aplicación en las carreteras, como en las ciudades. Los mandos policiales deberían estimar sus requerimientos con precisión, de manera que se exija una mejor dotación de equipos, movilidades y, por supuesto lo más importante, personal debidamente calificado.
Fuente: LA PATRIA
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