Con el dato oficial del viceministerio de turismo, se establece que este rubro aporta al Producto Interno Bruto (PIB) del país con un 3% de los ingresos y se constituye en el tercer generador de divisas, después del gas natural, la soya y los minerales, de manera comparativa en su producción rutinaria.
Las cifras que se manejan son elocuentes y parece que por fin se reconoce el valor de esta actividad, conocida también como la "industria sin chimeneas" que entre otras cosas está alineada entre las actividades más limpias y de beneficio a la promoción y el cuidado del medio ambiente, pues este factor representa la materia prima de su desarrollo. El año pasado los ingresos generados por el turismo sumaron 693 millones de dólares, lo que significó 5,8 % más que en la gestión anterior.
En materia socio laboral, se estableció que el turismo genera miles de empleos, con una cifra de 344.753 personas ocupadas directa e indirectamente en ésta actividad, número que también se elevó en cuestión de un año pues el 2014 se contaron 327.800 personas ocupadas en la materia; el crecimiento corresponde a un 5 por ciento por gestión, lo que avizora mejores perspectivas en función al crecimiento de servicios turísticos, que involucra, agentes, guías, traductores, especialistas en hotelería y gastronomía, transporte especializado y gente ocupada de conservación y mantenimiento de los atractivos turísticos naturales y los habilitados para la atracción de más visitantes.
El flujo de visitantes tiene relación con una serie de factores especiales en el caso de nuestro país, algunos atractivos de tipo permanente, otros ocasionales pero con calendario definido, fuera de paisaje amplio y maravilloso, están los de tipo histórico, revolucionario y artístico en una amplia gama de belleza y colorido, incluyendo algo sobresaliente que tiene que ver, con costumbres, tradiciones, folklore, devoción y religiosidad, aspectos que no se encuentran en ninguna otra latitud geográfica.
Los informes oficiales señalan que el pasado año, el número de turistas extranjeros sobrepasó de 1,13 millones de personas que utilizaron los servicios turísticos nacionales a lo largo y ancho del país, aunque la mayor concentración se presentó en las ciudades y poblaciones del eje central, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Otro detalle interesante es que también aumentó el turismo interno con un movimiento de bolivianos entre ciudades que sumó más de tres millones de personas, en busca de destinos nacionales.
En las condiciones actuales, hay algunos factores adversos que alteran los programas de turismo, planificados por fechas y temporadas. Lamentablemente inciden los movimientos sociales, las movilizaciones, pero mayormente causan problemas los bloqueos de carreteras que destrozan los programas, ponen en evidencia signos de inseguridad y producen reacciones negativas en imagen y tranquilidad necesaria para hacer turismo formalmente garantizado.
Un alto porcentaje de la actividad turística se desarrolla con inversión privada, con participación de gente especializada en la materia, especialmente en la atención del turismo receptivo que es el de mayor movimiento por las peculiaridades de nuestro país, en clima, paisaje, motivaciones exclusivas regionalmente y por el deseo de aventura en un país de diversidad incomparable.
El turismo está creciendo, lo hace vertiginosamente, por lo mismo necesita de un fuerte impulso financiero que permita su avance, su modernidad y una mayor difusión internacional de sus grandes atractivos. Se mencionó una inversión de 400 millones de dólares para los próximos cuatro años, destinados a mejorar la infraestructura turística, como justo soporte a una actividad de inusitado repunte nacional.
Fuente: LA PATRIA
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