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Domingo 23 de octubre de 2016

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Cultural El Duende

DESDE LA BUTACA

Fitzcarrald y Vaca Diez

23 oct 2016

Lupe Cajías

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Mis lectores amazónicos hallaron un vacío en mi anterior artículo sobre la legendaria figura de (Carlos Fermín) Fitzcarrald porque no incluía datos sobre su relación fatal con Antonio Vaca Diez, cuya biografía es tan vibrante como la de aquel, con quien fundó la compañía más grande de la goma. Aunque existen diversos textos sobre el beniano es la investigación de Arnaldo Lijerón la más completa y es base de este resumen, completada con otros documentos (1).

Mi reciente travesía por la ruta de la goma y el recorrido inevitable del río Santa Ana hasta la boca del Mamoré me volvió a situar en el escenario fantástico de los pioneros que entre el fin del siglo XIX y hasta los años 20 intentaron consolidar la nación incorporando al norte de cerrada floresta y repleto de riqueza. Cien años después, aún el país se mira en un espejo fragmentado en el cual la montaña cubre la selva, aunque Bolivia es más amazónica que andina en términos territoriales.

ANTONIO VACA DIEZ

Antonio Vaca Diez (Trinidad 1849, Uyacali 1897) vivió apenas un puñado de años, aprovechados día a día hasta convertirse en un genio geopolítico, el primer médico beniano; el visionario que quiso desarrollar el antiguo Moxos con capitales europeos; el político que enfrentó a los tiranos de la época.

Los sucesos históricos en el departamento creado en 1842 no suelen estar en el anclaje de la memoria colectiva boliviana, ni la grandeza de la civilización mojeña precolombina; el Moxos colonial, más allá de las misiones jesuíticas; el rol de los indígenas en las epopeyas libertarias o el significado de la explotación de la quina (que significó la segunda colonización) y de la goma (que compitió con el estaño). La mayoría de las imágenes de ese territorio en el Siglo XIX pertenecen a exploradores europeos y es página desconocida los sucesos de La Guayochería o Guerra Santa.

Fueron pocos los andinos que exploraron la zona; unos con la intención de consolidar la presencia del Estado; otros con misiones científicas o militares; varios para participar en el apogeo de la nueva exploración de los recursos naturales. La familia Vaca Diez llegó desde Santa Cruz.

Antonio vivió en Trinidad y estudió en Sucre. Fue un destacado alumno y un médico brillante, en la práctica y con aportes teóricos publicados en textos científicos o transmitidos en conferencias. Como suele suceder con las personalidades notables, se dio tiempo para generar espacios de cultura, como las tertulias literarias. Fue narrador de breves estampas y poeta romántico.

Asimismo, se interesó por la política. Sin militancia, fue un rebelde contra Mariano Melgarejo y uno de los héroes de la revuelta del 15 de enero de 1871, al igual que se opuso a otros tiranos. Lijerón asegura que Vaca Diez fue ante todo un constitucionalista y un demócrata.

En medio de todas esas actividades, el joven médico no olvidaba las necesidades de su tierra natal y comenzó a imaginar soluciones como la atracción de grandes migraciones. En el caso boliviano era un espacio que se consideraba "vacío", habitado por "chunchos", por "salvajes"; casi la tercera parte del territorio boliviano, desde la provincia Caupolicán, el Territorio de Colonias (Pando) y todo Beni, hasta el Chimoré. Había comprendido que "La Paz no es toda la nación" y la urgencia de incorporar lo amazónico al desarrollo boliviano.

En 1875 se casó con Lastenia Franco y así nació una de las dinastías más amplias e influyentes del país. Por esos mismos años fundó periódicos de corta duración pero de impacto en la sociedad que buscaba salidas al atraso nacional. Son muchos los nombres de semanarios donde él escribió y que merecerán un estudio aparte.

En cada tarea, Antonio Vaca Diez unió su visión ciudadana, particularmente beniana; su afán científico como médico; su amor por la libertad como periodista y activista político; como empresario, su afán de progreso con propuestas ambiciosas para aprovechar los ríos amazónicos y sus riquezas. En sus viajes tomó apuntes de historiador, de etnógrafo y de antropólogo. Así encontramos datos sobre los nativos.

Vaca Diez tenía poco aprecio por los habitantes de las tierras altas; en cambio, aseguraba: "de un mojeño se puede formar un músico, un diplomático, un orador". Destacaba la capacidad musical de ese pueblo, mantenido analfabeto para evitar su rebelión.

Se convirtió en explorador de la Amazonía y en próspero industrial para desarrollar el comercio internacional en la zona, en paralelo a otros emporios como el de Nicolás Suárez. Fue esta actividad la que lo consagró como hombre público notable y que, paradójicamente, precipitó su temprana muerte.

LA ALIANZA CON

FERMÍN FITZCARRALD

Vaca Diez partió a Europa en 1896 en busca de capitales y constituyó la The Orthon Rubber Cia Limited en Londres, después de visitar París y Berlín, junto con nuevos socios, algunos de los cuales lo acompañarán en su retorno y en su máxima empresa de conquistar el territorio gomero para el desarrollo industrial y el "progreso".

Según sus biógrafos no lo guiaba tanto la búsqueda de gloria y riqueza personal como el afán de consolidar una patria aún desarticulada. Trajo 500 inmigrantes de más de 10 nacionalidades, que luego se dispersaron; 900 toneladas de mercaderías y tres vaporcitos para cruzar los ríos amazónicos. Desde un principio enfrentó muchas dificultades, entre ellas las fiebres palúdicas y la presión de otros empresarios. El gobierno boliviano no se interesó en apoyarlo.

Tomó la ruta de Iquitos y los detalles de la aventura son relatados por otros oficiales, entre ellos el alemán Albert Perl y en documentos originales que permiten una aproximación a la insólita travesía. Perl y otra correspondencia detallan cómo era Iquitos en la época, cosmopolita y a la vez pueblerina y caótica, y las ambiciones contradictorias entre los empresarios gomeros.

Vaca Diez estaba decidido a viajar de Iquitos por el Ucayali y Urubamba arriba y por el Madre de Dios y el Beni abajo por el río Orthon, donde tenía sus gomales, aunque la ruta era peligrosa. También Nicolás Suárez estableció una firma comercial bajo la razón social de Suárez y Fitzcarrald. Carlos Fermín, con sólo 35 años, ya era una leyenda entre aventureros e indígenas y un rico empresario. ?l era propietario de una próspera barraca a orillas del Mishagua, que desemboca en el Urubamba.

No eran buenos los auspicios cuando la expedición inició su travesía, primero en el "Laura" y luego en el "Adolfito", en el invierno de 1897, cuando los ríos son poco caudalosos. El 8 de julio, en dos canoas, apareció su flamante socio, Fitzcarrald, con su gente para proveer de pilotos a la misión.

Perl asegura que al atardecer anclaron al "Adolfito" y durante horas escucharon en el gramófono las piezas favoritas de Vaca Diez, quien aparece como el gran amante de la música clásica, además de lector voraz, aún en medio de la tupida selva. Era la víspera de la gran tragedia.

Ese 9 de julio, navegaron tranquilos por la mañana. A las tres de la tarde divisaron una peligrosa cachuela pero todo parecía bajo control hasta que el timón no giraba y pocos segundos después el vapor fue cogido por la corriente desbordada. El río feroz los empujó de un lado a otro y las aguas inundaron el cuarto de máquinas. Aunque Vaca Diez tenía un salvavidas a mano, aterrado se olvidó de usarlo y junto con Fitzcarrald saltó por la ventana mientras el "Adolfito" se hundía, aún envuelto en la melodía de la ópera "Marta, Marta".

La cachuela se tragó a los dos empresarios y las diversas versiones sobre los restos son parte del mito. Los sobrevivientes contaron los detalles de la tragedia. La tumba de Fitzcarrald está "lejos del lugar del siniestro, en medio del misterio de la jungla y en un lugar olvidado por la civilización". Vaca Diez quedó como un héroe.

(1) Con base en Lijerón, Arnaldo, Antonio Vaca-Diez, genio industrial y geopolítico boliviano; Perl, Albert. Durch de Urwälder Südamerikas; Feichtner Josef Maria Entre siringueiros y baroes da borracha 1897-1915).

Lupe Cajías de la Vega.

Escritora, periodista e historiadora.

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